Las afirmaciones sobre una supuesta emisión inorgánica de billetes por parte del BCB son infundadas y sensacionalistas. La renovación del stock de bil
Las afirmaciones sobre una supuesta emisión inorgánica de billetes por parte del BCB son infundadas y sensacionalistas. La renovación del stock de billetes es una práctica necesaria y rutinaria para mantener la calidad del efectivo en circulación. Debemos confiar en nuestras instituciones y en su compromiso con la estabilidad económica, mientras exigimos responsabilidad y precisión en la información que consumimos.
Recientemente, el Banco Central de Bolivia (BCB) ha sido objeto de críticas y acusaciones de supuesta emisión inorgánica de billetes por parte de algunos analistas y medios de comunicación. En un entorno económico global marcado por la incertidumbre, es crucial analizar detenidamente las acciones de nuestras instituciones financieras y evitar caer en alarmismos infundados.
El presidente del BCB, Edwin Rojas, fue claro y contundente en su respuesta a estas acusaciones. Afirmó que no existe tal emisión inorgánica y que lo que realmente está ocurriendo es una necesaria renovación del stock de billetes, los cuales datan de las gestiones 2009-2010 y han sufrido un desgaste considerable con el tiempo. Esta renovación es una práctica rutinaria y esencial para mantener la calidad del dinero en circulación.
La vida útil de un billete oscila entre dos y cinco años, y es natural que, tras más de una década, los billetes muestren signos de desgaste. Además, durante la pandemia, el uso frecuente de desinfectantes como el alcohol y la lavandina aceleró el deterioro de los billetes. Así, la medida tomada por el BCB no solo es razonable, sino necesaria para asegurar la integridad y funcionalidad del efectivo que utilizamos a diario.
El sensacionalismo en los medios no es nuevo, pero resulta particularmente dañino en temas tan sensibles como la economía. El periódico cruceño, al publicar la nota titulada «Experto asegura que el Gobierno puso en marcha emisión inorgánica de billetes», contribuye a la desinformación y a la generación de pánico entre la población. Las declaraciones del economista Jaime Dunn, mencionando que el gobierno utiliza la impresión de billetes sin respaldo para cubrir sus gastos, carecen de fundamento y contexto adecuados.
El BCB ha reiterado su compromiso con la estabilidad económica del país, manteniendo el tipo de cambio del dólar invariable desde 2011, una señal de fortaleza y consistencia en su política macroeconómica. La estabilidad del tipo de cambio, fijado en Bs 6,96 para la venta y Bs 6,86 para la compra, es un indicativo de la confianza en la moneda nacional y en las políticas económicas del país.
Es importante destacar que la economía boliviana, a pesar de los desafíos externos, ha mostrado indicadores positivos. Las voces que claman por una devaluación de la moneda nacional ignoran estos hechos y no aportan soluciones constructivas. La inacción de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en la aprobación de proyectos económicos por un monto superior a los 900 millones de dólares es un aspecto que merece mayor atención y acción inmediata para impulsar el desarrollo económico y social de Bolivia.
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