Francine Secretan: “Bolivia es mi fuente inagotable de inspiración”

Francine Secretan: “Bolivia es mi fuente inagotable de inspiración”

Llegada desde Suiza en 1973, la artista Francine Secretan eligió las montañas bolivianas como hogar, fuente de inspiración y como punto de conexión co

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Llegada desde Suiza en 1973, la artista Francine Secretan eligió las montañas bolivianas como hogar, fuente de inspiración y como punto de conexión con la tierra. Por años hizo de la escultura una herramienta de los rituales andinos y se consolidó, así como una de las artistas más prolíficas de su generación cumpliendo más de 50 años de trayectoria.
“El ser humano, en las antiguas civilizaciones, sabía que existía algo más grande, algo cósmico y al mismo tiempo sabían que se podían alcanzar y desarrollar niveles más elevados. Lo sagrado es el respeto, las ofrendas y el deseo de crear algo más grande que uno mismo”, explica mientras continúa afinando detalles para su próxima presentación: Horizontes Sagrados.
Son más de 50 años de arte en diferentes facetas. Francine ha explorado la escultura y pintura gracias a largas horas de vuelo entre meditaciones y estudios sobre la cultura andina y la creencia de una conexión entre este mundo y uno superior donde el agradecimiento prevalece. Su nueva presentación se estrenará el lunes 4 de septiembre en el Espacio Patiño, uno de los refugios para el arte ubicado en la avenida Ecuador N° 2294. Esq. calle Rosendo Gutiérrez.
La pronunciación de la r en sus respuestas revela sus orígenes. En Achocalla, donde vive, aún la llaman “la gringa” mientras que sus conocimientos de los rituales andinos y su sensibilidad la ubican como una experta de rituales aymaras y andinos. “La esencia de lo que hago pertenece a Bolivia porque la esencia del ser humano es una expresión del lugar de donde vive”, señala y confiesa que la cosmovisión andina la identifica.
“El arte tiene que trascender”, enfatiza. Y así trascendió desde 1974 cuando lanzó una obra de temática andina de rango monumental. El punto álgido de estos esfuerzos se vio en septiembre de 2015 cuando transformó un basural en Achocalla en un centro espiritual al poner sus esculturas. El lugar hoy es un mirador con vista a la Cordillera de los Andes, desde donde los colosos de mantos blancos hacen un guiño a cualquier visitante que quiere disfrutar de las esculturas de cuatro a cinco metros de alto.
“Admiro a muchos artistas porque con Internet podemos acceder a tanta información. Estoy fascinada con todo lo que tenemos, porque esa creatividad nos lleva a abrir unas fisuras que nos revelan nuevas posibilidades de percibir nuestro mundo. Pero nadie ha vuelto a crear templos como en Egipto, la India o México y esta capacidad nos lleva a estar fascinados”, reflexiona. Horizontes Sagrados, la siguiente exposición de Secretan una apuesta completa: esculturas y pinturas.
“Estoy más cerca del final, pero me siguen fascinando los colores, la maravilla de la vida. Creo que me gustan las cosas simples. Encuentro interesante el poder reunir instantes de mi vida. Somos jóvenes y viejos al mismo tiempo”, revela con una voz calmada como la paz que busca llevar a la sala del Espacio Patiño desde el lunes 4 de septiembre al 28 de septiembre.
La artista tiene 30 exposiciones individuales en diferentes países de Europa y participó de 115 exposiciones colectivas. Aunque tiene 18 premios en Bolivia y otros internacionales es clara en mencionar sus prioridades: “Una obra de arte siempre debería tener poesía. La poesía es la palabra, el color, las formas que están juntas y que sorprenden porque en la vida común no están juntas. El arte provoca una emoción nueva y esto es muy importante en cualquier obra”, expresa.

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