Por: Martin Moreira La situación económica global y regional plantea desafíos significativos para el comercio exterior boliviano en 2024. La desace
Por: Martin Moreira
La situación económica global y regional plantea desafíos significativos para el comercio exterior boliviano en 2024. La desaceleración económica en China y Estados Unidos, principales socios comerciales de América Latina, puede resultar en una disminución de las exportaciones de la región hacia estos países. Ante esta perspectiva, se destaca la importancia de fortalecer el mercado interno como motor de crecimiento, promoviendo la inversión en sectores productivos y protegiendo el poder adquisitivo de los ciudadanos. En febrero de 2024, Bolivia registró una inflación del 0.28%, reflejando su apuesta por el mercado interno y el fortalecimiento económico a través del diálogo y la integración de sectores público y privado. Además, el país continúa avanzando en su programa de industrialización para la sustitución de importaciones.
Para obtener una verdadera radiografía del comportamiento del comercio exterior boliviano en enero de 2024, es necesario observar diversos factores. Dentro del contexto internacional, la volatilidad de los precios de las materias primas, la desaceleración de las economías en la región y a nivel mundial según el BID, que llegaría al 1.6%, y para el Banco Mundial, superaría el 2.5% en la Región. A esto se suma el aumento de los precios de los alimentos en un 68%, causado principalmente por las continuas repercusiones del contexto internacional, como el conflicto bélico en el este de Europa, que ha aumentado y ha comenzado a afectar los ciclos de inversión, así como la sostenibilidad del medio ambiente, la crisis logística y el aumento en los precios del transporte internacional provocados por los conflictos bélicos.
El efecto del fenómeno del Niño en el Canal de Panamá ha sido notable, permitiendo solo el paso de 24 buques de carga por día en enero, lo que ha generado un incremento de entre 500 a 700 millones de dólares en el costo de transporte de mercancías, y por ende, un alza en los precios para el consumidor final. Además, la situación de los mercados financieros internacionales y la contracción económica mundial han tenido un impacto significativo.
A nivel nacional, han influido los efectos del cambio climático, así como los bloqueos de carreteras en las principales rutas de transporte de productos, lo que ha generado un déficit de $us171 millones en el comercio exterior boliviano.
En enero de 2024, las exportaciones alcanzaron los $us613 millones, una cifra que representa una disminución de $us242 millones en comparación con el mismo período del año anterior. Por otro lado, las importaciones en enero alcanzaron los $us784 millones, lo que significa una reducción de $us87 millones en comparación con el mismo período del año pasado.
El déficit en el saldo comercial de enero de 2024 se debe a varios factores. Por un lado, el volumen de exportaciones hacia varios socios comerciales se vio afectado por los numerosos puntos de bloqueo en las carreteras del país. Además, las cotizaciones más bajas de los principales productos de exportación en comparación con el mismo período anterior también contribuyeron a esta situación. Esto se debe en parte a la desaceleración de las economías de varios países en la región y a nivel mundial, lo que ha reducido la demanda de insumos y materias primas. Esta tendencia se ha observado en la región debido a la elevación de las tasas de interés, que a su vez está relacionada con la persistente inflación que sigue marcando el pulso en la economía regional y global.
En cuanto al intercambio comercial en enero de 2024 con los principales países, se registró un superávit comercial de $us34.7 millones con Corea del Sur y de $us24.4 millones con Bélgica, gracias a las ventas externas de zinc, así como un superávit de $us24.2 millones con los Emiratos Árabes Unidos debido a la oferta exportable de oro.
En enero de 2024 las exportaciones nacionales (que no incluyen reexportaciones ni efectos personales) llegaron a $us609.3 millones, cifra menor en $us243,5 millones a la registrada en similar período de 2023, cuando alcanzó a $us852,8 millones lo que representa una disminución de 28,6%. Este comportamiento se explica por las variaciones negativas que registraron las actividades económicas: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca 5,8%; Extracción de hidrocarburos 26,2% y la Industria manufacturera 44,6%. En tanto que aumentaron las ventas externas de la Extracción de minerales en 3,6%.
En el período analizado, las exportaciones de productos procedentes de la extracción de hidrocarburos muestran una reducción del 26.3%. Esta disminución se explica principalmente por la menor demanda de gas por parte de Brasil, uno de los principales socios comerciales del país. En enero, Brasil demandó una cantidad menor de gas debido a diversos factores, incluida una cláusula de flexibilidad en el contrato con Petrobras que le permite a este país consumir el gas necesario por mes. Este descenso se atribuye a la inflación en Brasil y a la falta de inversión, provocada por la desaceleración causada por el aumento de las tasas de interés, tanto en infraestructura pública como privada, lo que ha tenido un impacto significativo en el consumo del gas boliviano. Por otro lado, Argentina ha aumentado sus márgenes, especialmente en el Norte Argentino, que aún no cuenta con un gasoducto que lo conecte con las plantas de Vaca Muerta. Este proyecto en Argentina aún tardará al menos dos años en concretarse, lo que nos brinda la oportunidad de seguir proveyendo gas al Norte Argentino durante ese tiempo.
Mientras tanto, con la implementación del «Plan Upstream 2021-2024», se prevé un aumento en la oferta exportable de gas. Además, se explorarán nuevas oportunidades en mercados emergentes para satisfacer la demanda de empresas manufactureras que necesitan gas para su producción, tanto a nivel nacional como internacional.
Por su parte, las ventas externas de productos de la extracción de minerales mostraron variaciones positivas, principalmente explicadas por el mineral de plomo y el mineral de plata, que aumentaron en un 32.0% y un 27.9%, el estaño metálico en 52,1%, respectivamente en comparación con el mismo período de 2023. Estos minerales incluyendo el zinc, experimentarán un aumento gradual en su precio debido a la demanda provocada por la reinversión en la industria armamentista en Europa, como respuesta a la crisis bélica que afecta a la región.
En enero de 2024, la actividad de la industria manufacturera registró una disminución, principalmente debido a la caída en las exportaciones de oro metálico, que disminuyeron un 86% en relación a enero de 2023. Esto se debe a que el precio del oro cotizó a 1.800 dólares la onza troy, lo que marcó un descenso en las exportaciones de este mineral. Sin embargo, es notable que a principios de abril el precio del oro experimentó un aumento interesante, llegando a 2.116 dólares la onza troy, lo que augura mayores rendimientos en la exportación de este bien metálico.
Por otro lado, se espera que el sector de la carne continúe experimentando un crecimiento notable, especialmente en el caso de la carne bovina, con un aumento del 62.1%. Recordemos que en 2023 alcanzamos los 200 millones de dólares en exportaciones. Asimismo, los productos derivados de la soya también muestran un aumento considerable, con un incremento del 41.0%.
En enero de 2024, las importaciones alcanzaron los $us783.6 millones, lo que representa una disminución de $us86.6 millones en comparación con el mismo período de 2023, cuando llegaron a $us870.3 millones.
Las importaciones de Bienes de Capital disminuyeron en un 6.7%; sin embargo, con la ampliación de la medida de Incentivos Tributarios a la Importación y Comercialización de Bienes de Capital y Plantas Industriales, orientada a la reactivación económica y al fomento de la Política de Sustitución de Importaciones, según la Clasificación de Uso o Destino Económico (CUODE), los Bienes de Capital destinados a la Industria registraron un incremento del 4.8%. Esto se observó principalmente en topadoras, motoniveladoras, palas cargadoras y compactadoras, así como en fuentes de almacenamiento de energía (transformadores), destinadas al fortalecimiento del aparato productivo del país.
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