La ecuatoriana Ángela Ortiz fue la ganadora de la primera versión del certamen creado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en home
La ecuatoriana Ángela Ortiz fue la ganadora de la primera versión del certamen creado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en homenaje al extraordinario aporte de su expresidente, el boliviano Enrique García. El campo de acción de las iniciativas y acciones postuladas estuvo relacionado con la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos.
A sus escasos 25 años de edad, Ángela Sofía Ortiz Bastidas, es CEO de la empresa Micelium POP que produce hongos comestibles y comercializa semillas, dirige el proyecto “Parayaku” que beneficiará con agua potable a varias familias que no cuentan con el líquido vital en Galápagos y, además, es fundadora del Club de Investigación Microbiológica (CDIM) de su país. Todo este recorrido profesional y aporte al desarrollo ha derivado en que la joven ecuatoriana sea la ganadora de la primera edición del Premio Enrique García al Liderazgo, iniciativa de CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-.
El galardón lo recibió en Panamá de manos del presidente de CAF, Sergio Díaz-Granados y del propio Enrique García, expresidente e ícono de la entidad financiera que agrupa a más de 21 países de la región de Latinoamericana, el Caribe y Europa. El certamen fue creado el año 2022 y busca promover a los jóvenes -de entre 18 y 30 años- que lideren iniciativas con impacto positivo en los servicios ecosistémicos y en la biodiversidad. Reconoce su liderazgo en acciones y actividades que tengan impacto en América Latina y el Caribe, y visibiliza su trabajo por el desarrollo e integración de sus países.
La ganadora compitió con 23 jóvenes candidatos de otros países como Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Luego clasificó entre los seis finalistas y obtuvo el primer lugar.
Este logro no es casual para Ángela Ortiz quien, al agradecer por el premio, recordó que la vida le puso desafíos con situaciones inesperadas que le ayudaron a crecer. Contó que a los 10 años perdió a su padre y las dificultades económicas golpearon su hogar, con lo que tuvo que enfrentar una realidad que le hizo ver la importancia de la resiliencia y la fuerza interior; sin embargo, con el apoyo de su madre y con la inspiración de superar adversidades, logró ser la primera profesional de su familia.
Los valores que le inculcaron, responsabilidad, gratitud, humildad, respeto, honestidad y el ingenio para resolver problemas se convirtieron en pilares fundamentales en su camino. Ser curiosa y creativa la llevaron a estudiar ingeniería en biotecnología medioambiental, carrera en la cual tomó conciencia de los desafíos fundamentales que el planeta enfrenta en términos de cambio climático, según explicó la joven galardonada al manifestar la alegría y el honor que le representa el reconocimiento de CAF.
“Este premio no solo es un testimonio de mis esfuerzos, sino también de la creencia compartida de la necesidad apremiante de abordar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta”, sostuvo.
En 2019, al cumplir 20 años, Ángela fundó el Club de Investigación Microbiológica (CDIM), en el que se imparte conocimiento en microbiología ambiental, se dan charlas de estancias científicas, liderazgo, networking, entre otros.
Entre los años 2022-2023 fue ganadora del Galápagos Hub para la Sostenibilidad, Innovación y Resiliencia en la categoría “Aguas Encantadas 2022”, con el proyecto “Parayaku” que aún se encuentra en ejecución y que
deriva en la construcción de una planta de tratamiento de agua potable para la Escuela Galo Plaza Lasso en Santa Cruz, que cuenta con 900 estudiantes. Esta iniciativa busca ayudar a familias de Galápagos que no tienen acceso al agua dulce, mediante el aprovechamiento de aguas de lluvias para el consumo humano, animal y para riego.
El 2023 fundó su emprendimiento Micelium POP, el cual produce hongos comestibles y comercializa semillas incentivando a que cada vez más personas se unan a producir sus propios hongos en sus casas. El mismo año fue becaria de “La Pre Camp y La Camp por Women in Bioinformatics and Data Science LA” en Buenos Aires, Argentina.
En redes sociales, Ángela Ortiz, manifestó sentirse profundamente honrada y agradecida por haber sido reconocida con el premio Enrique García al Liderazgo.
“Este logro representa el fruto de años de arduo trabajo y dedicación en pro de la ciencia y la sostenibilidad ambiental, reflejando mi compromiso continuo a lo largo de mi trayectoria. Agradezco a Dios, mi equipo, familia, amigos, mentores y maestros por su apoyo incondicional. Asimismo, agradezco a CAF por confiar en mi labor y por brindar esta oportunidad a los jóvenes de la región. Gracias CAF por apoyar a los jóvenes que están construyendo un futuro más sostenible”, expresó.
En el evento de premiación también se destacó el trabajo de Ashley Lashley, joven lideresa centroamericana de Barbados, quien recibió la Mención Especial del certamen. Ella es una mujer comprometida con temas de desarrollo social, como salud, medioambiente y los derechos de la niñez y de las mujeres, además fundadora de dos organizaciones: The Ashley Lashley Foundation y HEY– Healthy and Environmentally-Friendly Youth (Juventud Saludable y Amigable con el Medioambiente).
El Premio Enrique García al Liderazgo de CAF representa un homenaje a su expresidente, quien durante 26 años de gestión realizó un extraordinario aporte a la institución, transformándola en un organismo fundamental para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe. En su primera versión, guardando afinidad con la nueva agenda estratégica de desarrollo de la institución, se eligió la temática de la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, congruente con la visión de CAF de convertirse en un Banco Verde.
“El legado de CAF tiene un nombre propio, Enrique García, un líder cuya visión sigue guiando el camino de CAF para ser un Banco con mayor fortaleza y presencia”, manifestó su actual presidente, Sergio Díaz-Granados, durante la ceremonia de premiación.
Enrique García es boliviano y su aporte, no solo al Banco sino también a la región, es considerado inconmensurable. Andrés Rugeles, presidente del Jurado del Premio, recordó que bajo el liderazgo de su expresidente, CAF fue más allá de los países andinos e incorporó nuevos accionistas de América Latina, obtuvo buenas calificaciones de riesgo, incursionó exitosamente en los mercados internacionales de capitales y pudo emitir bonos, participar en grandes proyectos de infraestructura en la región y se convirtió en líder en esta área, logró cifras récords en la parte operativa de aprobaciones, desembolsos, cartera y construyó consensos y una visión de largo plazo.
García posicionó a CAF en los grandes foros, en espacios multilaterales en América, Europa e incluso en el Medio Oriente, generó conocimiento relevante para la región, sus gobiernos y el sector privado; constituyó un equipo técnico del más alto nivel bajo criterio de selección y transparencia, sin ninguna interferencia política, subrayó.
La gala de premiación contó con la presencia del homenajeado, Enrique García, quien agradeció a CAF por la iniciativa y señaló que es un honor y un orgullo que su nombre se vincule a algo que siempre le apasionó, la
formación de la gente y el estímulo a los jóvenes. También manifestó su gratitud porque el Premio se haya vinculado a la sostenibilidad ambiental y por ver a dos jóvenes mujeres (la ganadora y la mención especial) con valores y principios y comprometidas con el desarrollo.
El expresidente reconocido indicó que el liderazgo es fundamental en todos los campos, en los gobiernos, instituciones públicas y privadas, cooperativas y sindicatos, y que ser líderes requiere -primero- tener una visión de largo plazo, con metas cuantificables también de corto y mediano plazo; segundo, tener diálogo y empatía para entender las diferencias existentes y llegar a consensos evitando la polarización; tercero, asegurar que haya seriedad y transparencia en los procesos de selección, evaluaciones y adquisición de bienes y servicios para evitar la corrupción; y cuarto, tener conocimiento para ser innovadores y ayudar a fortalecer la institucionalidad en nuestros países, con estrategias consistentes.
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