La baja inflación, la estabilidad en la tasa de desocupación y el persistente crecimiento económico indican que la economía se mantiene en terreno pos
La baja inflación, la estabilidad en la tasa de desocupación y el persistente crecimiento económico indican que la economía se mantiene en terreno positivo. Es crucial continuar monitoreando estos indicadores para tomar decisiones informadas en el ámbito económico y social.
La inflación, ese fenómeno económico que impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos, ha experimentado un aumento moderado en los últimos meses, según los datos recientes del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este indicador, utilizado por institutos de estadística a nivel nacional, revela que en comparación con el mes anterior, los precios de bienes y servicios aumentaron un 0,63%, generando una variación acumulada del 2,12% en los últimos 12 meses.
El IPC, basado en la Encuesta de Presupuestos Familiares, ofrece una visión detallada de los cambios en los precios de los productos y servicios más consumidos en los hogares. La principal composición de este índice recae en Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, que representa el 27% del total.
En el desglose de categorías, se destaca que Alimentos y Bebidas consumidos fuera del hogar contribuyen con un 14%, mientras que Transporte y Vivienda y servicios básicos representan un 9% cada uno. Otras divisiones, como Prendas de vestir y calzados, salud, educación, recreación, cultura y otros, conforman el resto del IPC.
Es importante señalar que el aumento en la inflación no ha afectado negativamente otros indicadores económicos. La tasa de desocupación se mantiene en niveles bajos, alcanzando un 3,8%, lo que indica estabilidad en el mercado laboral. Además, el crecimiento económico persiste con un sólido 2,2%, demostrando la resiliencia de la economía en medio de los desafíos globales.
La metodología utilizada para calcular el IPC cumple con estándares y normas internacionales, siendo adoptada por institutos de estadística en la región. Esto proporciona confiabilidad a los datos presentados, brindando a los analistas y a la población en general una herramienta precisa para comprender la evolución de los precios y su impacto en la economía.
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