Las Elecciones en Argentina en Medio de un Caos Económico

Por: Martin Moreira

La situación económica en Argentina se ha vuelto un verdadero caos. La inflación ha alcanzado niveles alarmantes, superando todos los límites de velocidad imaginables, y lamentablemente, no muestra signos de desaceleración. Los precios aumentaron un asombroso 12.7% en tan solo un mes, acumulando un preocupante 138.3% en el último año. Estas cifras son las más elevadas de las últimas tres décadas, y lo peor es que podrían empeorar en los meses venideros debido al reciente colapso del peso en los mercados paralelos, lo cual ha llevado a que los actores económicos sigan presionando el acelerador en materia de precios. Para frenar esta espiral inflacionaria, el Gobierno ha recurrido a redadas policiales contra locales ilegales de compra-venta de divisas y ha impuesto nuevas restricciones en los mercados autorizados.

En medio de este contexto económico adverso, Argentina se encuentra en la etapa final de sus elecciones presidenciales con dos candidatos que avanzan a la segunda vuelta. La contienda se librará entre el candidato libertario, Javier Milei, y el ministro de Economía, Sergio Massa. Esta batalla electoral está configurando las expectativas de los actores económicos de cara al 19 de noviembre, fecha crucial para el país. Los riesgos de un aumento significativo en la tasa de inflación se han vuelto una realidad latente, en medio de una economía que, según las previsiones del mercado, se inundará con pesos en un entorno propicio para un congelamiento del tipo de cambio. Todo esto sucede en paralelo a un discurso que promueve la dolarización, disminuyendo así la demanda de pesos.

Estas conclusiones se derivan de los escenarios que los propios actores del mercado construyeron antes de las elecciones de octubre. Estos escenarios indican que las restricciones cambiarias seguirán estrangulando la economía, lo que provocará un crecimiento constante de la brecha cambiaria. La volatilidad en el mercado de divisas será una característica permanente, y la carga de la herencia fiscal y de los precios relativos solo aumentará.

En este panorama, se vislumbra una incertidumbre creciente en caso de que se lleve a cabo la segunda vuelta entre Milei y Massa. Es posible que se mantenga la estrategia de forzar el corto plazo, lo que resultaría en una menor efectividad del anclaje cambiario para controlar la inflación. Además, el mercado oficial y financiero podría experimentar una parálisis, y no se descarta la implementación de nuevas medidas fiscales para contrarrestar la dilución de los precios. Las decisiones que se tomen después del 19 de noviembre son cruciales.

La incertidumbre se cierne sobre el horizonte económico de Argentina, ya que Massa podría verse obligado a reforzar el cepo cambiario y aumentar las tasas para desalentar la dolarización de los portafolios. Esto aumenta el riesgo de un evento nominal extremo, como una hiperinflación o una devaluación abrupta (un «Rodrigazo»).

En medio de este escenario complejo, se espera que el mercado del dólar paralelo siga siendo tenso, mientras que el mercado oficial intentará mantener una paridad cambiaria estable. Además, se ha anunciado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo que brinda cierta artillería en términos de reservas. Sin embargo, la salida de pesos y la expectativa de una brecha cambiaria dependerán en gran medida del discurso de Milei y de la aplicación de medidas de control.

En resumen, Argentina se encuentra en una situación económica delicada, y las elecciones presidenciales en curso solo añaden incertidumbre a este escenario. La inflación descontrolada, la brecha cambiaria y la falta de anclaje de expectativas plantean desafíos significativos para el futuro del país. Los próximos meses serán cruciales para determinar el rumbo de la economía argentina, y todos los actores involucrados deben prepararse para lo que parece ser un camino lleno de obstáculos.