La Universidad Nacional Autónoma de México otorga Medalla Alfonso Caso

La Universidad Nacional Autónoma de México otorga Medalla Alfonso Caso

La Universidad Autónoma de México (UNAM) otorgó la Medalla Alfonso Caso a los mejores estudiantes graduados de los posgrados del 2018: especialidades, maestrías y doctorados. El miércoles 23 de noviembre del presente este reconocimiento fue conferido al director de Planificación del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, Ariel Bernardo Ibañez Choque, en un acto formal en el Centro de Congresos de Ciudad Universitaria en México.

La presea le fue entregada por aprobar con mención honorífica el programa de Especialización de Historia Económica del Posgrado en Economía de la UNAM

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La presea le fue entregada por aprobar con mención honorífica el programa de Especialización de Historia Económica del Posgrado en Economía de la UNAM con el ensayo “El reposicionamiento de América Latina en los orígenes del capitalismo y la economía mundial”.

América Latina se ha incorporado en la historia del desarrollo del capitalismo como un apéndice sin protagonismo. Los principales libros de economía política dicen que este continente ha posibilitado la acumulación originaria, pero no dan más pautas de su rol histórico y saltan a Europa y Estados Unidos con el desarrollo del capitalismo mundial con la revolución industrial.

La narrativa es sencilla, solo quienes están adelante son los protagonistas de la historia y los de atrás deben alcanzarlos. Por consecuencia, no tienen historia; es el caso de la periferia del sistema mundo. Simplemente la periferia sigue al centro en una contienda desigual, donde nunca habrá la posibilidad de alcanzar a quienes van por delante.

El reposicionamiento, no sólo implica una referencia  a la acumulación originaria, sino la  emergencia misma del capitalismo tal cual lo conocemos hoy.

“Entre la revisión historiográfica de este ensayo hay un trabajo fundamental: “La creación de un nuevo mundo” de Tutino que estudia el desarrollismo de la parte norte de México incluyendo los territorios que le fueron arrebatados por los EE.UU.; región que denomina la Norteamérica española”, señaló Ibañez.

En ese espacio, se crearon las nuevas sociedades en el siglo XVI-XVII, sociedades distantes de las civilización azteca y del feudo de Castilla. La Nueva España (México) tenía sus propias formas de organización política y social que, si bien era colonial, había tomado elementos del orden hispánico para la vida social.

La Norteamérica española, distante de estos espacios del sincretismo de sociedades pre modernas, era territorio sin propiedad, por ejemplo, los aztecas llamaban a los habitantes de esas tierras “chichimecas”, una forma despectiva que significa “bárbaro”.

El desprecio era porque estos grupos humanos eran nómadas. Durante la colonización de la Norteamérica española se encontró grandes yacimientos de plata, por lo que las primeras expediciones se asientan en el área, nose establecen sobre viejos asentamientos, sino son todos migrantes peninsulares, indios y negros.

En estos nuevos asentamientos no es el peninsular o el cacique, sino el empresario el rector de de dichas sociedades y su ley la ganancia: “Estas son las primeras sociedades capitalistas, estas se articulan por la búsqueda de las ganancias, ahí emerge el capitalismo”, añadió Ariel Ibañez.

Sin embargo, esta es la emergencia de la relación de dependencia extractiva, que mediante la exportación de capitales  potencializa el capitalismo industrial que se desarrolla más adelante en Europa.

En esos lugares –según explica el experto– nace no sólo el capital dinerario del seminal capitalismo mercantil, sino también la relación material de explotación del hombre y la naturaleza, aunque es más sustantiva en su estudio porque surge en su desnudez mediada por el colonialismo. El trabajador explotado y el explotador tienen raza, tienen nación: el indio y el europeo, respectivamente.

Esto que es el caso de Norteamérica española tiene similitud con lo ocurrido en Potosí y la creación de sociedades regidas por la ganancia y los empresarios.

Contribución

Este trabajo contribuye de manera fundamental, principalmente para entender la descolonización de las relaciones no solamente intelectuales, académicas y materiales de producción, sino para reposicionar a América Latinas en la historia del capitalismo como un actor fundamental.

En una perspectiva descolonizadora con distintos horizontes, ya no se ve a América Latina por detrás de países desarrollados -el mito del desarrollo-, sino que esgrime elementos para la superación del propio capitalismo. En este punto se puede relanzar una filosofía recursiva y no lineal de la historia para superar la dictadura del capital por las relaciones sociales basadas en la comunidad universal.

Este capitalismo que ha nacido en América Latina, impregnado desde la cuna de colonialismo en los procesos productivos y políticos, no ha cambiado del todo. En Bolivia , por ejemplo, la coyuntura política que se observa en Santa Cruz con el conflicto del Censo es una lucha de clases atravesada de principio a fin por la lucha nacional de liberación. La derecha es representante de un bloque histórico que magnifica los procesos de mestizaje incorporados en el engranaje del “blanqueamiento” como determinante de su incorporación de clase en el proceso productivo.

“Se tiene bastantes avances innegables, porque en los últimos años [de la revolución democrática y cultural] hay una clase social de origen indígena muy prospera, fundamentalmente ligada al comercio y a otras actividades, pero todavía es un espacio de disputa en el que se pelea su lugar en el proceso productivo, que es su lugar político, que se convierte en una lucha nacional”, puntualizó Ibañez.

Finalmente, agregó que “Bolivia se ha creado sobre naciones ya establecidas, esa es su lucha de clases, una lucha de naciones; como lo mostró la Revolución Cubana, es una lucha por la liberación nacional profunda. Esta es la lucha sustantiva de nuestro país, es la lucha contra la consolidación de clases que basan la posesión de los medios de producción en una superioridad impuesta por la neurosis del blanqueamiento”.

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