La Refinería Gualberto Villarroel: Motor del procesamiento de petróleo en Bolivia

La Refinería Gualberto Villarroel: Motor del procesamiento de petróleo en Bolivia

La Refinería Gualberto Villarroel es mucho más que una simple instalación industrial; es un pilar fundamental de la economía boliviana, un motor de de

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La Refinería Gualberto Villarroel es mucho más que una simple instalación industrial; es un pilar fundamental de la economía boliviana, un motor de desarrollo y progreso que impulsa la soberanía energética y la diversificación productiva del país en el siglo XXI.

En el corazón del departamento de Cochabamba, se erige un gigante industrial que desempeña un papel fundamental en la economía boliviana: la Refinería Gualberto Villarroel. Esta imponente instalación, propiedad de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), ostenta el título de la planta de mayor capacidad de procesamiento de petróleo en todo el país, con una impresionante capacidad de procesar hasta 39.750 barriles de petróleo crudo por día (BPD).

Según palabras del presidente de YPFB, Armin Dorgathen, la importancia estratégica de esta refinería radica en su capacidad para refinar el crudo, un proceso que implica el fraccionamiento y las transformaciones químicas necesarias para obtener una variedad de productos derivados comerciales. Uno de los aspectos más destacados de este proceso es la producción de diésel, un combustible crucial cuya fabricación interna reduce significativamente la dependencia del país de las importaciones y garantiza un suministro estable para el mercado nacional.

Sin embargo, la versatilidad de la Refinería Gualberto Villarroel va mucho más allá del diésel. Entre los productos comerciales que salen de sus instalaciones se encuentran una amplia gama de productos esenciales para la economía y la vida cotidiana de los bolivianos. Desde gas licuado de petróleo hasta gasolina de aviación, pasando por diferentes tipos de gasolinas, jet fuel, kerosene, crudos reconstituidos, solventes, aceites lubricantes e incluso cemento asfáltico, la refinería se presenta como un motor de la diversificación productiva y la autonomía energética del país.

La infraestructura de la Refinería Gualberto Villarroel está compuesta por dos torres atmosféricas de procesamiento de petróleo con capacidades de 27.250 BPD y 12.500 BPD, respectivamente. Además, cuenta con dos unidades de reformación catalítica que incrementan el octanaje de la gasolina para la producción de combustibles especiales, así como una planta de lubricantes terminados que contribuye a la producción de aceites base y lubricantes automotrices e industriales de alta calidad, comercializados bajo la marca de YPFB.

Es importante destacar que la Refinería Gualberto Villarroel no opera en solitario. Junto con la Refinería Guillermo Elder Bell, ubicada en Santa Cruz, constituyen los pilares fundamentales de la industria petrolera boliviana. Estas dos instalaciones no solo aseguran la autosuficiencia en la producción de combustibles y productos derivados del petróleo, sino que también generan empleo y contribuyen al desarrollo económico y tecnológico del país.

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