La minería y el litio reactivarían la economía en Potosí

La minería y el litio reactivarían la economía en Potosí

Las nuevas tecnologías, utilizadas en vehículos eléctricos, computadoras portátiles y teléfonos celulares, están apostando por las baterías de litio,

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Las nuevas tecnologías, utilizadas en vehículos eléctricos, computadoras portátiles y teléfonos celulares, están apostando por las baterías de litio, y este mercado global está creciendo vertiginosamente. Los yacimientos de litio de Bolivia están entre los más grandes del mundo, lo que alienta expectativas de que el proyecto desarrollado por el gobierno permita al país salir de la pobreza y la dependencia.

La importancia del proyecto de industrialización del litio es muy grande para Bolivia. Ningún proyecto en nuestra historia había prometido tanto en términos de desarrollo científico y tecnología, lo cual hacía justicia a la larga lucha del pueblo boliviano por la industrialización. El proyecto demuestra que basados en la adaptación y desarrollo propio de ciencia y tecnología son mejores que continuar con la extracción de materias primas.

En el campo de la producción de materias primas. Entre el 2016 y 2021 las exportaciones bolivianas tuvieron un valor total de 4.714.692 $us. Comparemos con la situación en Argentina. Las inversiones acumuladas en el sector de litio entre 2017 y 2020 totalizaron $us 1.118 millones. En el periodo 2016 -2019 Argentina exportó un valor de 880 millones $us.

Las reservas de litio del salar de Uyuni y de otros salares de Bolivia forman parte del debate internacional sobre la explotación de materias primas. Debido a la creciente demanda de litio para su uso en baterías de teléfonos celulares y computadoras portátiles en el mercado global, y sobre todo para vehículos eléctricos, dando una perspectiva de industrializar dando un valor agregado y no ser solo un proveedor de materia prima comprada a bajos precios.

En el marco de la política de soberanía industrial y sin dependencia, el litio tiene un papel estratégico. Su explotación ya no iba a realizarse según las condiciones de los inversores privados extranjeros, sino bajo la dirección de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol), que se encargaría de la explotación y el posterior tratamiento industrial.

No obstante, la voluntad gubernamental, se perfilan con claridad algunos ámbitos de conflicto que emergen de los intereses divergentes de varios actores y de las interdependencias a escala global, nacional, regional y local. A ello se suman los dilemas ambientales: generalmente, la minería tiene considerables consecuencias negativas, y esto también es cierto en el caso de la explotación de litio, sobre todo en una región ecológicamente frágil como aquella en la que se encuentran los principales yacimientos.

Breve información sobre el litio

El litio es el metal más liviano existente en la Tierra y se produce sobre todo a partir de salmueras. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), se encuentran reservas de litio en 17 países. Las reservas estimadas de Bolivia están entre las más grandes del mundo, con 9 millones de toneladas métricas; si bien según datos del gobierno boliviano, estas ascenderían a 100 millones, el cálculo carece de base científica.

El litio tiene múltiples usos de este metal se utiliza principalmente en la industria del vidrio y la cerámica (37%); la producción de baterías ocupa el segundo lugar (20%), y se divide en baterías para celulares y computadoras personales, un mercado que está creciendo a una velocidad vertiginosa y baterías para vehículos eléctricos, el mercado que promete el mejor futuro a este recurso.

El tercer lugar lo ocupan las grasas lubricantes (11%), seguidas por aleaciones de aluminio (7%), aire acondicionado (5%), colada continua (5%), goma y termoplásticos (3%), industria farmacéutica (2%), procesos industriales y procesamientos químicos, y otros productos, que cada vez es más necesario a partir de la coyuntura de salud por el covid 19 que obligo a la sociedad a dar un salto tecnológico volviendo al litio en un componente vital para la sobrevivencia de la sociedad y la economía de los países.

Las dimensiones del proyecto del Litio

En el contexto global, en su posicionamiento en el mercado internacional, Bolivia se ve confrontada con la competencia de numerosos ofertantes con presencia desde hace mucho tiempo: Chile, con 44%, es actualmente el mayor proveedor; además está en el mercado desde hace más de dos décadas y cuenta con tecnología de punta y las infraestructuras más modernas. Lo siguen Australia (25%), China (13%) y Argentina (12%). Otra desventaja de Bolivia es la falta de tecnologías adecuadas, personal especializado e infraestructura.

La estrategia del programa estatal del litio realza la cooperación de empresas privadas nacionales o extranjeras en el campo de las tecnologías con financiación con fondos propios. Estos escenarios representan, sin duda, enormes desafíos para el país.

La Estrategia Nacional de Industrialización

La Estrategia Nacional de Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia tiene tres fases: la explotación de carbonato de litio; la industrialización; y la comercialización, y se realiza bajo la dirección y con financiamiento nacional hasta la producción de baterías.

Aunque la participación de empresas privadas y transnacionales estaba prevista únicamente para la fase de producción de baterías, se han concretado acuerdos de cooperación en la parte de desarrollo tecnológico. Los pasos que se dieron en esta industrialización del Litio busca poner a Bolivia en el circuito internacional del Litio a un nivel mundial, con los primeros pasos parta la producción de baterías y otros insumos derivados de este material se espera que el Litio juegue un papel importante en el 2022, para las exportaciones del país.

La incorporar a tecnólogos o empresas que quieran invertir para desarrollar la industrialización del litio, con soberanía y manteniendo como mínimo el 51 % de ganancias por la explotación de los recursos evaporíticos.

Actualmente está en construcción la Planta Industrial de Carbonato de Litio en Uyuni y esperamos que inicie operaciones a finales de 2022. Lo que se espera es que a partir de esa obra se pueda construir inmediatamente otra planta para la producción a gran escala de cátodos y de baterías.

En el 2024 ya se tendría la producción de baterías de ion litio a escala industrial. Para ese año se prevé que se comience a notar la incursión de la electromovilidad en el país, que ya estaría en condiciones de abastecer la demanda interna de baterías, así como concretar ventas para el mercado externo.

El Viceministro de Altas Tecnologías Energéticas señaló a Encuentros Económicos que YLB generó ingresos por 18,1 millones de dólares entre enero y septiembre de este año gracias a la venta de cloruro de potasio y carbonato de litio: “En el caso de la venta de cloruro de potasio en el mercado externo, la mayoría se destinó a Brasil y Chile; mientras que en carbonato de litio se destinan a Asia, Europa y Estados Unidos.”

Encuentro Económico

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