Por: Martin Moreira Es sumamente paradójico que exfuncionarios del gobierno dictatorial de Añez muestren indignación al presenciar la distribución
Por: Martin Moreira
Es sumamente paradójico que exfuncionarios del gobierno dictatorial de Añez muestren indignación al presenciar la distribución de billetes de fantasía al inicio de una de las ferias más importantes del país. Este hecho resulta particularmente llamativo, considerando que estos mismos exfuncionarios regalaron divisas de las Reservas Internacionales Netas (RIN), a logias, funcionarios corruptos, redes de amigos y familiares de la ex presidenta y actual gobernador recluido en Chonchocoro, así como a empresas e intermediarios comerciales involucrados en las importaciones para el Estado.
Ayer, 24 de enero, se celebró el inicio de la feria de Alasitas en La Paz, donde se congregó gente de diversas condiciones sociales para participar en el inicio de esta festividad que refleja el deseo, anhelo o esperanza de obtener bienes materiales o inmateriales en el año presente.
Desde la compra de títulos de bachiller y profesionales, pasaportes para viajes, hasta dinero de distintos orígenes, bienes como casas, autos o emprendimientos, todo se lleva a cabo bajo una lógica que impulsa la esperanza de progresar en la vida. Esta esperanza se valida cuando el país experimenta una estabilidad económica, reflejada en indicadores que brindan tranquilidad a las personas para emprender negocios o buscar créditos en el Sistema Financiero, con el objetivo de adquirir vivienda o movilidades. Algunas instituciones también contribuyen regalando dinero de Alasitas, como símbolo a las personas para que puedan alcanzar sus objetivos y deseos de esperanza para el 2024.
Sin embargo, esta actividad ha sido objeto de críticas por parte de algunos ex funcionarios del gobierno dictatorial de Añez, que se caracterizó por generar una profunda crisis económica en el país y protagonizar actos de corrupción vergonzosos en los ocho meses de su mandato, este fue considerado entre las peores gestiones de gobierno del país y ahora estos malos funcionarios fungen como respetables analistas.
Estos ex funcionarios derrocharon divisas de manera irresponsable, amparándose en la excusa de la pandemia. Resulta difícil comprender cómo se gastaron 1.500 millones de dólares de las Reservas Internacionales en ocho meses, considerando que en el año 2020, marcado por la pandemia, el superávit comercial fue de solo 137 millones de dólares. ¿Por qué utilizar las Reservas Internacionales? La excusa, nuevamente fue, la pandemia.
Aún más desconcertante, que durante los meses en que se implementaron medidas de confinamiento para controlar la propagación del Covid-19, estos funcionarios siguieron importando diésel y gasolina en volúmenes similares a los periodos normales, a pesar de que la producción de las refinerías podría haber cubierto cómodamente una demanda que disminuyó en un 80%. Se mantuvo el cálculo de gastos para estos hidrocarburos, a pesar de que solo circulaban vehículos con permisos de funcionamiento, representando menos del 10% del parque automotor nacional. Las barcazas en el canal Tamengo se acumulaban con diésel y gasolina, sin poder descargar estos hidrocarburos debido a la saturación de los silos de almacenamiento. A pesar del mínimo consumo, los responsables persistieron en las importaciones, desembolsando sumas millonarias a intermediarios.
También surgen interrogantes respecto a la adquisición de respiradores en millonarias sumas de dinero para los afectados por la pandemia, los cuales resultaron inútiles y fueron descartados en los centros de salud por ser inservibles para el tratamiento del Covid.
Resulta difícil comprender por qué se eliminaron todos los beneficios para los trabajadores del país, favoreciendo únicamente a la empresa privada las que tenían la libertad de reducir salarios o despedir empleados sin beneficios sociales, respaldada por leyes y en la vieja excusa confiable, la pandemia. No comprendo cómo una de las mayores empresas avícolas pudo llevar a cabo despidos sin beneficios sociales para luego recontratar a la misma gente con la mitad del salario. Estas acciones también fueron amparadas por aquellos funcionarios que ahora ejercen como analistas.
No logro entender el aumento del presupuesto del Ministerio de Salud, seguido de la afirmación de que se agotan los fondos de las reservas y se requieren préstamos de fondos buitres. Si todos los bolivianos sabían que muchos ministerios no pudieron ejecutar sus presupuestos, y ese mismo presupuesto se asignaron a Salud. Curiosamente, dicho ministerio no entregó ni un solo barbijo, a pesar de haberlos adquirido por casi un dólar la unidad, con un notorio sobreprecio del 90%.
Necesitamos explicaciones concretas sobre el manejo de las Reservas Internacionales. Solicitamos la identificación de los beneficiados que fungieron como intermediarios en la adquisición de diésel y gasolina. Exigimos transparencia en cuanto a la asignación de fondos de diversas entidades, como Entel, que en enero de del 2020 donó, a modo de auspicio, 730.800 bolivianos ($us 105.000) a la comparsa “Los Facheros” de Santa Cruz. También necesitamos conocer el destino de los 100 millones de dólares donados por Branko Marinkovic a la CAO a fondo perdido, siendo este personaje ministro de Planificación de Desarrollo y quien logró la aprobación de la transferencia de esos recursos en menos de 48 horas.
Queremos comprender las razones que llevaron a la paralización de las obras en la construcción de la Planta Siderúrgica del Mutún y la paralización de la Planta de Urea y la pregunta es, ¿cuánto favoreció esta acción al país?
¿A quiénes beneficiaron los préstamos del FMI, el BID y otras instituciones, considerando que no se destinaron recursos ni siquiera para la adquisición de insumos básicos para quienes sufrían los estragos de la pandemia? También queremos esclarecimiento sobre la continua importación de combustible innecesario cuando la demanda podría ser cubierta por las refinerías existentes.
Este analista debe presentar explicaciones sobre el manejo de los fondos de las Reservas Internacionales Netas (RIN), los cuales, en lugar de beneficiar a la población, únicamente favorecieron a individuos corruptos dentro de un régimen dictatorial, utilizando recursos provenientes del Estado.
Resulta paradójico que los mismos exfuncionarios cuestionados muestren indignación al presenciar la distribución de billetes de fantasía al inicio de una de las ferias más importantes del país. Esto es particularmente llamativo considerando que estos mismos exfuncionarios regalaron divisas de las Reservas Internacionales a logias, funcionarios corruptos, redes de amigos y familiares de la ex presidenta y actual gobernador recluido en Chonchocoro, así como a empresas e intermediarios comerciales involucrados en las importaciones para el Estado.
Esperamos que aquellos que representaron el antiguo modelo y que ahora se presentan como analistas se muestren y respondan a todas las interrogantes sobre su gestión en el gobierno de facto de Añez.
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