La importancia del financiamiento externo en el desarrollo nacional

Por: Martin Moreira

En el caso de Bolivia, la situación actual destaca la relevancia de este tipo de financiamiento. Con 12 proyectos de ley de financiamiento externo por más de 1.076 millones de dólares pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa, es evidente la urgencia de que estos recursos sean liberados. Estos fondos no son meros préstamos; representan una oportunidad vital para impulsar la construcción de carreteras, el desarrollo urbano, proyectos de riego y otras iniciativas clave que impactan directamente en la calidad de vida de la población.

Estos proyectos son cruciales para afrontar la coyuntura actual y, sobre todo, para iniciar la ejecución de programas y proyectos destinados a atender las necesidades de la población. A pesar de las dificultades, los organismos multilaterales todavía confían en Bolivia, habiendo asignado cupos de financiamiento para el país a través del BID, CAF, Banco Mundial, y otras instituciones. Para este año, se había programado el ingreso de 3.000 millones de dólares en financiamiento externo, conforme al Presupuesto General del Estado y el Programa Fiscal Financiero.

Sin embargo, la obtención de financiamiento externo no es un proceso automático ni exento de desafíos. Requiere de una gestión cuidadosa y de la capacidad de negociar términos favorables que maximicen el beneficio para el país. Además, es esencial que las autoridades nacionales, en particular la Asamblea Legislativa, actúen con responsabilidad y compromiso al revisar y aprobar los acuerdos alcanzados. El bloqueo de estos recursos, como ha sido evidenciado en los últimos 18 meses debido a tensiones políticas internas, tiene consecuencias graves para la economía nacional.

Uno de estos es el problema económico de las divisas, en gran medida, es una consecuencia de la cuestión política. Es importante que la población comprenda que el ala evista radical ha adoptado una postura de bloquear estos recursos, impidiendo su ingreso a la economía nacional. La aprobación de estos créditos, varios de los cuales están pendientes desde 2023, podría agilizar el flujo de divisas en el país. De los 1.076 millones de dólares, el 41% está destinado a la construcción de carreteras, el 16% al desarrollo urbano, el 14% a riego productivo, y el 10% a enlosetados, entre otros.

Es importante que la población comprenda que el manejo de las divisas y el acceso a financiamiento externo no son meros tecnicismos financieros, sino decisiones políticas con un impacto directo en la vida diaria de todos los ciudadanos. La introducción de divisas al país es fundamental para el pago de importaciones, la inversión en infraestructura y el fortalecimiento de las reservas internacionales, aspectos que son esenciales para el bienestar económico general.

La posición radical del ala evista en contra de la gestión económica del presidente Luis Arce ha causado un bloqueo que afecta a toda la nación. Es momento de que los bolivianos evalúen esta situación con seriedad. El bloqueo de recursos vitales para la economía no es solo una cuestión política, sino una barrera directa al desarrollo del país.

Finalmente, el diálogo entre el Gobierno y el sector privado, como se evidenció en el primer Diálogo Nacional por la Economía y la Producción, subraya la urgencia de destrabar estos créditos. La aprobación de los mismos no solo inyectaría divisas al país, sino que también permitiría avanzar en proyectos esenciales para el desarrollo nacional. Además, el Gobierno continúa sus gestiones para asegurar más financiamiento de organismos multilaterales, en cumplimiento de los acuerdos con el empresariado.