La automatización y la inteligencia artificial (IA) han traído nuevos desafíos para los gobiernos y países, entre los que se encuentran desarrollar un
La automatización y la inteligencia artificial (IA) han traído nuevos desafíos para los gobiernos y países, entre los que se encuentran desarrollar una fuerza de trabajo con los perfiles y habilidades adecuados para adaptarse a la transformación que tendrán los empleos en los distintos sectores hacia el futuro.
De acuerdo a un estudio realizado por CAF “Impacto potencial del uso de la inteligencia artificial en el empleo público en América Latina” si bien ciertas tareas dentro de las ocupaciones pueden ser automatizadas, lo que implicaría un desplazamiento del trabajo humano, efecto de la automatización, existen otras para las que la tecnología, en vez de sustituir, complementa o potencia el trabajo humano y permite incrementar la productividad de los trabajadores.
Las tecnologías emergentes y en particular la inteligencia artificial (IA) se han convertido en factores de transformación económica en múltiples sectores e industrias. También tienen alto potencial disruptivo para transformar las administraciones públicas en la era digital, mejorando la definición de las políticas públicas, la entrega de los servicios a los ciudadanos y la eficiencia interna de las administraciones.
Efectos positivos de la automatización y la Inteligencia Artificial en el empleo pueden ser incluso mayores que los efectos de desplazamiento del trabajo humano. Por ejemplo, estudios sobre la relación entre automatización, productividad y empleo en 18 países durante el periodo 1970-2007 concluyeron que el progreso tecnológico aumenta el empleo agregado, ya que las reducciones en empleo en las industrias automatizadas (efecto directo) se compensan por los aumentos de empleo en otras industrias de consumo relacionadas y por la subida de la demanda agregada en la economía (efecto indirecto).
No obstante, las administraciones públicas tienen el desafío de desarrollar estrategias integrales para la formación de talento digital, que abarquen todos los niveles de las organizaciones, con estrategias específicas para segmentos como el equipo directivo, las áreas especializadas (tecnologías de la información y las comunicaciones, ciencia de datos, innovación pública) y las áreas que responden por los objetivos misionales de las entidades.
“Las empresas líderes en el mundo en adopción de tecnología, incluyendo la IA, están implementando estrategias para asegurar que su fuerza de trabajo actual y futura cuente con los conocimientos y habilidades necesarias en el nuevo entorno, y esté preparada para aprovechar las nuevas tecnologías a través de cuatro tipo de estrategias: programas de entrenamiento y capacitación, sistemas de diagnóstico de habilidades en la fuerza laboral, creación de equipos interfuncionales para impulsar la adopción de IA y creación de nuevos roles e iniciativas de empoderamiento de los empleados para alcanzar un cambio cultural”, señala Guillermo Cruz Alemán, autor del estudio.
Las estrategias de desarrollo de habilidades para la IA/4RI recomendadas en el informe de CAF se clasifican de acuerdo con tres enfoques y diferentes perfiles de los servidores públicos: i) la recapacitación (reskilling) orientada a empleados cuyas tareas podrán ser sustituidas por la automatización o la IA; ii) la actualización de habilidades (upskilling) para especialistas de IA o TI, usuarios no especialistas, directivos y demás trabajadores de las entidades con contenidos personalizados acorde a los respectivos perfiles; y (iii) el reclutamiento de nuevos empleados con las habilidades duras y blandas requeridas por los gobiernos.
“La IA tiene alto potencial disruptivo para resetear las administraciones públicas en la era digital. En CAF promovemos la modernización digital para impulsar gobiernos más ágiles, abiertos e innovadores, que se apoyen en las nuevas tecnologías y la inteligencia de datos y fomenten mejoras en la eficiencia de las administraciones y en la calidad de los servicios a los ciudadanos”, afirmó Antonio Silveira, gerente de Infraestructura Física y Transformación Digital de CAF.
En los últimos años, los gobiernos y empresas a nivel global han tomado conciencia sobre el potencial disruptivo que tienen las tecnologías de la 4RI y en especial la IA. Estas tecnologías se implementan de manera creciente para aumentar la eficiencia y la productividad, así como para mejorar el conocimiento del negocio y diseñar e implementar mejores servicios para los usuarios.
CAF ha expresado su compromiso de convertirse en el Banco Verde de América Latina, aliado de gobiernos y sector privado para alcanzar metas de desarrollo en todos los países de América Latina.
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