El Informe de Sustentabilidad destaca acciones en diferentes frentes que contribuyen al avance hacia el cumplimiento de las metas globales y la respon
El Informe de Sustentabilidad destaca acciones en diferentes frentes que contribuyen al avance hacia el cumplimiento de las metas globales y la responsabilidad social de la compañía.
Con el propósito de ofrecer “Un Mejor Cuidado para un Mundo Mejor”, Kimberly-Clark, multinacional norteamericana de productos para el cuidado personal, continúa avanzando hacia el cumplimiento de sus metas de sostenibilidad y responsabilidad social. La empresa, que en 2020 fijó la meta global de beneficiar la vida de mil millones de personas en todo el mundo hasta 2030, alcanzó el hito de 30 millones de impactos en América Latina, a través de sus programas sociales como Baños Cambian Vidas, Un Abrazo para Cada Bebé y la iniciativa Ella puede, además de donaciones de productos y acciones educativas de sus marcas Huggies, Kotex, Plenitud y Scott.
En su Informe Global de Sustentabilidad para el año 2022, recientemente publicado, la compañía destacó algunas de las acciones de sustentabilidad e impacto social que se han implementado en Latinoamérica desde diferentes frentes y que contribuyeron al hito de 30 millones de vidas impactadas en la región desde 2015. A través de iniciativas lideradas por las marcas, las donaciones de productos y las plataformas educativas, la compañía ha alcanzado un hito importante hacia la meta regional de impactar 150 millones de vidas.
Uno de los programas destacados del informe es el programa Baños Cambian Vidas, la empresa busca mejorar el acceso a saneamiento básico, agua potable y educación sobre higiene personal. A través de acciones de concientización de los consumidores y otras activaciones, la compañía brinda baños, educación sobre saneamiento y mayor salud, seguridad y dignidad a muchas de las comunidades más vulnerables del mundo, trabajando junto con ONGs como Water for People y Plan International, alcanzando más de 5 millones de vidas en Latinoamérica.
Sólo en Bolivia, la iniciativa ha beneficiado a más de 38.000 personas en localidades rurales vulnerables con la instalación de baños, agua potable, además de educación higiénica en escuelas. El 2022 se trabajó en 456 comunidades rurales de Bolivia.
Otra iniciativa, mencionada en el informe, es el programa de Huggies Un Abrazo para Cada Bebé, por medio del cual la compañía contribuye para que los bebés tengan acceso a servicios de calidad (incluyendo cuidado neonatal), crea entornos amigables para los bebés en hospitales y clínicas, capacita a los trabajadores de primera línea para brindar servicios esenciales a los niños pequeños y apoya a las familias para crear un entorno seguro y enriquecedor para el desarrollo infantil. Los programas de desarrollo de la primera infancia de UNICEF son socios fundamentales en los esfuerzos de Kimberly-Clark por impulsar el impacto. La alianza entre Kimberly-Clark y UNICEF ha beneficiado a más de 2,7 millones de personas en 15 países de América Latina, con una inversión de más de 7 millones de dólares.
Por medio de la marca Huggies, Kimberly-Clark también mantiene la plataforma Más Abrazos, una iniciativa educativa que apoya las familias y cuidadores desde el período del embarazo hasta los primeros años de vida de los bebés, con contenido informativo y confiable, respaldado por expertos. La plataforma, que ofrece más de 500 contenidos como videos y artículos, ha llegado a más de 4,6 millones de personas en 2022.
“En Kimberly-Clark, creemos que la sostenibilidad implica no sólo la reducción de la huella ambiental de nuestras operaciones, sino también la contribución al bienestar de las comunidades en las que operamos. América Latina es clave para nuestro negocio y, por lo tanto, fundamental para nuestros objetivos sostenibles. Tenemos la meta de impactar a 150 millones de personas en la región hasta 2030”, dice Gonzalo Uribe, Presidente de Kimberly-Clark para Latinoamérica.
Sostenibilidad en las operaciones
El Informe de Sustentabilidad destacó avances en términos de reducción de la huella ambiental de sus operaciones, especialmente agua y carbono. La compañía se compromete a reducir a la mitad su huella ambiental general para 2030.
Kimberly-Clark también trabaja para reducir el consumo de agua en la fabricación de productos y en el conjunto de sus instalaciones. En 2022, cinco operaciones ubicadas en regiones con escasez de agua lograron reducciones significativas en el consumo de agua dulce en comparación con 2021. En Perú, la reducción fue del 29% en la Planta de Santa Clara y del 8% en la Planta de Puente Piedra. En Brasil, hubo una reducción del 9% en la Planta de Camaçari, mientras que El Salvador logró una reducción del 10% en la Planta de Sitio del Niño.
Además, se implementó un equipo multidisciplinario para realizar la transición de la flota regional de Kimberly-Clark a energías alternativas. Hoy, la flota latinoamericana ya cuenta con vehículos ecológicos, como coches eléctricos y camiones adaptados para operar con gas natural comprimido, que es más sostenible en comparación con el diésel. Juntos, estos vehículos están reduciendo las emisiones de CO2 en el 30% y las emisiones de material particulado en el 85% en comparación con los vehículos de gasolina.
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