Estados Unidos: Bancos regionales en bancarrota, ¿les seguirán los grandes bancos?

Estados Unidos: Bancos regionales en bancarrota, ¿les seguirán los grandes bancos?

La quiebra de los bancos regionales Silicon Valey Bank y Signature Bank y el millonario rescate de First Republic Bank y del Suisse Bank el segundo má

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La quiebra de los bancos regionales Silicon Valey Bank y Signature Bank y el millonario rescate de First Republic Bank y del Suisse Bank el segundo más grande de Suiza, ha puesto en alerta a la banca mundial y al propio gobierno yanqui, cuyo mandamás, apresurado, declaró que el sistema bancario esta sólido y es absolutamente confiable, que ningún depositante perderá sus ahorros, exactamente eso mismo dijeron en 2008 y ya sabemos lo que pasó.
Silicon Valey, prestaba servicios a casi la mitad de las empresas tecnológicas y ciencias de la vida de Estados Unidos, respaldadas por capital riesgo. Está, o mejor estaba, presente también en Alemania, Canadá, China, Dinamarca, Irlanda, Israel, Reino Unido y Suecia. El cierre afectará a todas ellas. Aumento sus activos de forma espectacular entre 2019 y 2022 de 71.000 millones a 220.000 millones, los depósitos subieron de 62.000 millones a 198.000 millones en ese período, para dar abasto en los servicios a semejante crecimiento duplicó y en casos hasta triplicó su plantilla. En situación de pandemia no pudo colocar préstamos en esa misma medida, invirtió miles de millones en bonos del Tesoro, durante las épocas de tasas de interés cercanas a cero, la situación cayó en picada cuando la Reserva Federal, subió las tasas de interés para contener la inflación. Generalmente cuando las tasas de interés suben los bonos caen, este aumento erosionó el valor de la cartera de bonos del banco.
La semana, previa a la debacle, la cartera arrojaba una rentabilidad media de 1.79%, muy por debajo del rendimiento del Tesoro a 10 años en torno al 3.9%, esto hizo subir los costos de los préstamos, lo que obligó a las empresas tecnológicas a destinar más efectivo al pago de deudas, con muchas dificultades para conseguir nuevos fondos de capital de riesgo. Esto los obligó a recurrir a sus depósitos en el banco, para financiar sus operaciones y crecimiento.
La corrida del miércoles 8 de marzo se precipitó cuando el banco anunció que había vendido una gran cantidad de valores con perdida y que vendería 2.250 millones de dólares en nuevas acciones para subsanar sus finanzas. En 48 horas produjo una estampida bancaria, los depositantes retiraron sus ahorros de forma masiva, la quiebra estaba cantada. Los reguladores de California cerraron el banco y pusieron bajo administración de la Corporación federal de Seguro de depósitos, que significa liquidar sus activos para pagar a depositantes y acreedores. Es llamativa la situación del Suisse Bank un enorme banco que ya recibió un salvataje de nada menos que 50.000 millones de dólares del Banco Central de Suiza, que solo pudo aliviar y reponer su cotización en bolsa unos cuantos días, para volver a caer en los siguientes. Uno de los accionistas mayoritarios el Banco Saudí, que retiene el 10% del paquete accionario, se negó a mayores inversiones, clara muestra de desconfianza e inseguridad en su futuro.
Los valores bursátiles de muchos otros bancos regionales en Estados Unidos están cayendo en picada. El valor bursátil de Western Alliance Corporation, el mayor banco regional de Arizona que ocupa el 13 lugar en todo el país, cayó un 82.4%, Comerica Bank lo hizo en un 50%, Fifth Third Bank en un 26%, el Trust Financial Corporation en un 19.7%.
El efecto sobre los grandes bancos no se percibe todavía, por el contrario, para calmar los ánimos y recobrar la confianza del público, JP. Morgan, City Bank, Bank of América y Wells Fargo, los cuatro grandes pulpos financieros yanquis, se han pronunciado ofreciendo su concurso para una compra de acciones a los bancos con dificultades.
A pesar de ello y aprovechando políticamente la situación Donald Trump declaró: ” Biden va a trascender en la historia como el Herbert Hoover en la edad moderna. Vamos a terminar en una gran depresión, más grande y potente que la de 1929. Todos los bancos ya están empezando a quebrar”. La Reserva Federal seguirá aumentando las tasas de interés, para controlar la inflación, lo que no lo ha logrado hasta la fecha, esto provocará la quiebra de otros bancos.
Negros nubarrones se ciernen sobre la economía yanqui, y sobre todo sobre su moneda el dólar y sobre su hegemonía mundial rechazada por unos, cuestionada y enfrentada por otros. Su deuda no deja de crecer, así como su gasto militar, a la par de su pérdida de competitividad e influencia económica, comercial y política en muchos países de nuestra Abya Yala, Asia y África.

Luis Alberto Echazú Alvarado

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