Maria Luisa Auza Miembro de la Red Boliviana de Economía Política Antes del año 2022, las exportaciones bolivianas de carne de res eran limitada
Maria Luisa Auza
Miembro de la Red Boliviana de Economía Política
Antes del año 2022, las exportaciones bolivianas de carne de res eran limitadas, alrededor de 2.900 toneladas año. Los últimos 5 años se genera una inflexión, de aproximadamente 5.000 toneladas (Tn) comercializadas en el mercado externo el 2019, se incrementa a 15.962 Tn el 2020 y 41.745 Tn[1] a noviembre de 2024, según información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), lo que implica un incremento promedio de 53% cada año.
La apertura del mercado en la China y Hong Kong fue el factor decisivo en este cambio, el 98% de las exportaciones se dirigen a esos destinos. Según información publicada el 2021, se los muchos ganaderos que existen en el país son solo 41 estancias las habilitadas por sus condiciones de inocuidad, para aportar con el hato ganadero para la exportación, todas ubicadas en Santa Cruz y una en Beni[2]. Las empresas exportadoras son apenas 3, lo que nos muestra un panorama de alta concentración de la producción ganadera y un oligopolio en la oferta exportable.
Una característica importante de los exportadores de carne de res es la incorporación de capital externo en las empresas dedicadas a esta actividad, por ejemplo, Frigorífico BFC S.A., tiene capitales paraguayos de Frigoríficos Concepción S.A. y un menor porcentaje de participación de intereses brasileros, a través de su principal directivo Pedro Cassildo Pascutti[3]. Las otras dos empresas son Fridosa S.A., con participación de conocidas familias de la oligarquía cruceña como Bertrand De Lassus, Martín y Cristina Wille, Roger Ribera, Ramón Talavera, Walter y Tomislav Kuljis entre otras y Frigor S.A. que tiene como principal accionista a Lamaso Investment S.L., empresa constituida en España y otros conocidos de los grupos de poder cruceños como Andrés Petricevic y Wolfgano Peña.
Durante los últimos 5 años, según información del INE, el precio promedio de exportación de carne de res ha sido de 5 dólares americanos por kilo ($us/Kg), con una tendencia a la baja el 2024 que llegó a 4,18 dólares[4].
En noviembre de 2024, se exportó carne a la China a un precio de 4,32 $us/Kg., a Hong Kong a 3,73$us/Kg, y al Perú a 5,32$us/Kg.[5], mientras en el mercado interno, existe una tendencia al incremento de precios que en los últimos meses se sitúa entre Bs50 a Bs60 incluso Bs70, es decir a más de 6,00$us/Kg.
Según información de Publiagro del 10 de febrero[6], el precio del kilo gancho de la carne fluctúa entre Bs30 y 32, cuando hace pocos meses era de Bs24, incluso los últimos días comercializadores del producto denuncian que el mismo se incrementó hasta Bs40, bajo el argumento de que “es el mercado quien define el precio”, lo que significa, que son los actores de ese mercado, es decir ganaderos-intermediarios-frigoríficos-vendedores finales quienes imponen un precio a la población, haciendo que este producto se torne abusivo en los mercados locales, por tanto inaccesible al grueso de la población.
Los medios de prensa señalan que se ha identificado contrabando de carne de res y ganado en pie hacia el Perú[7] y otros países de la región, lo que incide en la disponibilidad de este producto en el mercado interno.
Los datos expuestos previamente, muestran que estamos ante una situación de especulación del precio de la carne de res, y si de obedecer las leyes del mercado se trata, es obligación del Estado intervenir en aquellas circunstancias en las que el precio es distorsionado por prácticas oligopólicas que favorecen a pequeños grupos que buscan presionar por una liberación total del mercado de exportaciones de carne, como sugirió Klaus Frerking de la CAO[8].
No son sólo intereses económicos especulativos los que motivan este comportamiento, se ve con claridad la articulación entre los intereses de este grupo oligárquico que controla al sector ganadero y la narrativa discursiva de los sectores de la derecha que pregonan una crisis en la economía y auguran una inflación que les permita generar malestar social y cuestionamiento del modelo económico vigente, para por supuesto, proponerse a sí mismos como los artífices de un “ajuste estructural” que no es otra cosa que el retorno al neoliberalismo.
No se visibiliza un sustento real en la actividad productiva ganadera, que permita justificar el precio de la carne en el mercado interno, más aún en circunstancias en que estos mismos actores exportan el mismo producto a precios menores. Urge por tanto acciones movilizadas de los sectores populares en contra de los especuladores y por la defensa de la economía popular.
[1] Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Bolivia-Exportaciones según Actividad Económica y Producto 1992-2024.
[2] https://es.mongabay.com/2021/02/ganadería-bolivia-deforestaci{on-bosques-china-incendios-forestales/
[3] https://www.asfi.gob.bo/images/VALORES/Emisores/Prospectos/2024/Emisiones_de_bonos/ Bonos_BFC_-_Emisi%C3%B3n_1.pdf
[4] Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Bolivia-Exportaciones según Actividad Económica y Producto 1992-2024.
[5] Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia: Exportaciones de 02 – carne y despojos comestibles, a todos los países, Clasificación: Arancel Aduanero (NANDINA)
[6] https://publiagro.com.bo/2025/02/fegasacruz-exportaciones-impacto-produccion/
[7] http://la-razón.com/economia/2025/02/06/contrabando-de-carne-se-incautan-90-000-kilos-en-la-frontera-con-peru/
[8] http://la-razón.com/economia/2025/02/06/la-CAO-exige-levantar-el-veto-a-exportacion-de-carne/
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