Bajo el concepto del movimiento “Residuos Cero”, la planta Cochabamba de EMBOL minimiza la generación de residuos y posibilita que los existentes pued
Bajo el concepto del movimiento “Residuos Cero”, la planta Cochabamba de EMBOL minimiza la generación de residuos y posibilita que los existentes puedan ser transformados en nueva materia prima. Para esto, la empresa se basa en el enfoque de la Economía Circular, sistema que plantea reusar, reutilizar y reciclar los desechos de los productos. Esto implicó también la creación de sinergias con múltiples actores locales como su público interno, recolectores, emprendedores sustentables y Organizaciones de la Sociedad Civil.
“Enmarcados a los propósitos medioambientales de EMBOL y al compromiso global de la Compañía Coca-Cola “Un Mundo sin Residuos”, desarrollamos mecanismos y acciones para incorporar la economía circular en todo el proceso de elaboración de nuestras bebidas. Esto nos ha permitido alcanzar este objetivo que teníamos hasta 2025 de disponer cero residuos en relleno sanitario.”, manifestó el Gerente de Asuntos Públicos y RSE, Luis Lugones.
Hasta hace seis meses, EMBOL Cochabamba reciclaba el 96,29% de sus residuos y enviaba el 3,71% a los vertederos municipales de EMSA y EMAQ. Actualmente como empresa Cero Residuos, EMBOL ha dejado de enviar 112 Toneladas de desechos anualmente al relleno de sanitario, logrando aprovechar los recursos y reducir su impacto ambiental.
“Nos sentimos orgullosos de lograr un nuevo hito en la industria desde la sustentabilidad. Como EMBOL, nos esforzamos diariamente en desarrollar programas que generen conciencia en torno al valor del reciclaje.”, señaló el ejecutivo
La ruta rumbo a la certificación Cero Residuos
Esta optimización en su modelo de gestión de residuos, se desarrollo en cinco etapas:
Durante el Diagnóstico, se identificaron los principales tipos de residuos de la planta y sus áreas, siendo los principales los deshechos orgánicos y algunos no necesariamente generados por la misma, por ejemplo las bombillas que retornan dentro de los envases de Coca-Cola mini de vidrio. La etapa de Comunicación implicó una importante inversión de recursos y esfuerzos para la consolidación de nuevos hábitos para una cultura ambiental responsable, no solo con personal interno, ya que se capacitó también a proveedores, contratistas, recicladores y clientes.
Durante la Implementación, se encontraron diferentes destinos para que los residuos se transformen en materia prima: Se optó por colocar cuatro cajas de compostaje para desechos orgánicos y se sellaron distintas alianzas estratégicas con acopiadores, empresas recicladoras e incluso albergues de mascotas que serían beneficiados con los alimentos restantes del comedor de la empresa. Se aportó además a la formalización y consolidación de nuevos modelos de negocio.
A partir de ahí, se desarrolló un Monitoreo constante a la ejecución del plan y evaluación a los aliados, para la Mejora continua de los procesos. Se afinaron detalles y se demostró durante cinco meses consecutivos un ratio 100% de reciclaje, para garantizar el sostenimiento del proyecto, logrando la certificación de planta Cero Residuos.
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