El Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, y el Presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, firmaron este vierne
El Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, y el Presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, firmaron este viernes el Programa Fiscal-Financiero (PFF) 2023, que proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,86%; un déficit fiscal de aproximadamente 7,49% del PIB y una tasa de inflación de fin de período en torno a 3,28%.
En el marco de la soberanía económica, desde 2006 se suscribe anualmente el Programa Fiscal-Financiero entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) y el Banco Central de Bolivia (BCB), con la finalidad de coordinar los objetivos de política fiscal, monetaria y cambiaria; las cuales deben enfocarse a fomentar el desarrollo económico y social, preservando la estabilidad macroeconómica, con el fin de mejorar la calidad de vida y el Vivir bien de la población.
“Las variables importantes que consideramos en nuestro Programa Fiscal-Financiero 2023, perfila una tasa de crecimiento de 4,86%, una inflación a fin de período de 3,28%, un déficit del Sector Público No Financiero de 7,49%, mucho menor al registrado en gestiones anteriores y una inversión pública de 4.006 millones de dólares”, informó el Ministro, en el marco de la firma del Programa.
El Programa Fiscal-Financiero se elaboró con el aporte de profesionales bolivianos que tienen el conocimiento especializado y la experiencia para realizar ejercicios macroeconómicos.
“Este Programa nos plantea más desafíos para seguir en el tren de crecimiento económico, estabilidad de precios, inversión pública, reducción del déficit e industrialización con sustitución de importaciones”, complementó Montenegro.
Al respecto, el Presidente del BCB, Edwin Rojas, destacó las medidas aplicadas por el Gobierno Nacional para preservar la estabilidad económica del país.
“El Programa Fiscal-Financiero 2023 da certidumbre a los diferentes actores económicos en nuestro país y un decidido impulso a las políticas de desarrollo nacional y en este marco de la política fiscal continuará con su rol de promotor de la inversión pública en los sectores productivos estratégicos, a fin de fortalecer la industrialización e impulsar la actividad económica”, acotó Rojas.
El PFF 2023 destaca el rol impulsor de la política fiscal a través de la inversión pública destinada a los diferentes sectores productivos estratégicos, además de su función de redistribución de los excedentes económicos, favoreciendo principalmente a la población más vulnerable, con el propósito de dinamizar la demanda interna y generar empleos.
La política monetaria se centrará en preservar la estabilidad cambiaria para promover la consolidación de la bolivianización de la economía nacional y contribuir a mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
“La suscripción del Programa Fiscal-Financiero 2023 nos permite recordar que, como parte de las atribuciones establecidas por la Constitución al ente rector, el Banco Central de Bolivia cumple con la aplicación de políticas monetarias y cambiarias que garantizan el poder adquisitivo de la moneda nacional y contribuyen a la estabilidad macroeconómica que hoy se constituye en patrimonio de los bolivianos”, declaró el Presidente del BCB.
En un contexto internacional marcado por la incertidumbre debido a las nuevas variantes del COVID-19, los efectos post pandemia, cambios climáticos, tensiones geopolíticas, además del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia que repercutió en las cadenas comerciales a nivel mundial y por ende en los precios de alimentos y suministros de energía, dio lugar a presiones inflacionarias no experimentadas en las últimas cuatro décadas.
En este contexto internacional adverso, el actual Gobierno del presidente, Luis Alberto Arce Catacora, viene implementando una serie de políticas con resultados favorables y al mismo tiempo contrarrestando los efectos externos.
En ese sentido, se implementaron medidas que dieron resultados reconocidos a nivel internacional, como la tasa de inflación más baja de la región sudamericana y una de las más bajas el mundo, con 3,12% para 2022. Por otra parte, en un contexto donde varias economías se encuentran decreciendo, Bolivia mostró un dinamismo importante en el crecimiento económico, llegando a 6,1% en 2021 y 4,1% al primer semestre de 2022.
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