El Presupuesto 2023 establece menor déficit fiscal y gasto corriente, al ritmo de reducción de los últimos años

El Presupuesto 2023 establece menor déficit fiscal y gasto corriente, al ritmo de reducción de los últimos años

El PGE 2023 fue aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional en diciembre de 2022 y tiene el objetivo de dar continuidad a la ejecución de políticas orientadas a la reconstrucción de la economía boliviana. En la gestión pasada, el déficit fiscal bajó a -7,2%, frente al 12,7% que se encontraba en 2020.

El Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 proyecta una inversión pública por $us4.006 millones, un incremento en la recaudación tributaria del 5,43

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El Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 proyecta una inversión pública por $us4.006 millones, un incremento en la recaudación tributaria del 5,43%, sin considerar el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y una reducción del déficit fiscal.

Con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), el déficit fiscal bajó de -12,7% que estaba en 2020, una cifra elevada producto de la mala administración económica del gobierno de turno, a -9,3% en 2021 y llegó a -7,2% en 2022. Estas reducciones son resultado del compromiso de mantener la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de las finanzas públicas, una señal de certidumbre para la población boliviana.

Así también, como resultado de las políticas de reactivación y estabilización de la economía que priorizan la demanda interna y la inversión pública, se evidencia un incremento en la recaudación tributaria, sin IDH, de más del 18% entre 2021 y 2022, siendo uno de los porcentajes más altos registrados en los últimos 12 años, esto incluso a pesar del contexto económico adverso producto de la desaceleración económica, a causa de los efectos de la pandemia de la COVID – 19, la guerra Rusia/Ucrania y el mal manejo económico del país en la gestión 2020.

Para el 2023, el PGE proyecta un incremento en la recaudación tributaria del 5,43%, sin considerar el IDH, este incremento significa también mayores transferencias a los Gobiernos Autónomos Departamentales (incluye al Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco) y Municipales (incluye Gobiernos Autónomos Indígena Originario Campesinos), registrando aumentos del 5% y 4% respectivamente, en relación al presupuesto de la gestión 2022.

Este incremento de recursos permitirá que las diferentes regiones cuenten con mayores recursos para la ejecución de diferentes programas y proyectos en salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana, entre otros.

El PGE 2023 programó una inversión pública por $us4.006 millones, de los cuales se destinarán $us1.671 millones al sector productivo; $us1.024 millones para el sector social; $us959 millones para el sector infraestructura y $us352 millones para el sector multisectorial, proyectos estratégicos que se ejecutarán en los nueve departamentos del país en beneficio de sectores productivos y población en general.

La inversión pública destinada al sector agropecuario e industria está destinada a la política de Sustitución de Importaciones, la cual es una de las bases del MESCP.

La inversión programada obedece a una planificación establecida en el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021 – 2025 y coadyuvará a lograr un crecimiento económico de 4,86% en 2023. Es importe manifestar que, Bolivia posee la mayor inversión pública ejecutada en la región, con 5,1% respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

Respecto al gasto corriente, el PGE 2023 contempla un total de Bs47.253 millones para el pago de sueldos y salarios, de los cuales más del 58% son para el pago de salarios del Magisterio fiscal, Salud, Policía y Fuerzas Armadas; 17,6% salarios de Gobiernos Subnacionales y universidades públicas; 7,5% entidades de seguridad social; 6,7% empresas públicas; 2,5% del órgano ejecutivo, entre otros. Además, el gasto en este rubro es explicado por el incremento del salario mínimo nacional e incremento salarial otorgado en 2022 en beneficio de la salud y educación, así como la creación de 2.840 nuevos ítems para trabajadores y profesionales en salud por crecimiento vegetativo y para nuevos hospitales; creación de 3.300 nuevos ítems para las unidades educativas a nivel nacional.

En el periodo 2005 – 2022 se crearon 50.059 ítems para educación, 27.673 para salud y 16.643 para la policía boliviana. Además, el presupuesto de gasto corriente contempla la política de subvenciones a los hidrocarburos y alimentos que beneficia a las bolivianas y los bolivianos, y tiene el objetivo de continuar con la estabilidad de precios en un contexto de presiones inflacionarias de origen externo, donde Bolivia se posiciona como una de las economías con la inflación más baja a nivel mundial.

El nivel de endeudamiento total de Bolivia está en 46% respecto al PIB, se ubica entre los niveles más bajos de la región, del mundo y de la historia boliviana y se sitúa por debajo de los límites recomendados por organismos internacionales. El destino de la deuda va a potenciar programas y proyectos de inversión pública para dinamizar la economía y continuar con el proceso de reactivación.

El PGE 2023 es diseñado en función a las necesidades y potencialidades de cada región y beneficiará a los nueve departamentos del territorio nacional. Por ejemplo, el sector productivo considera proyectos para fortalecer el sector agropecuario; el sector de energías considera la construcción de centros de investigación y desarrollo en tecnología y medicina nuclear y laboratorios, entre otros; y el sector salud contempla la construcción y equipamiento de hospitales, los cuales irán en beneficio de toda la población.

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