Su nombre es Elizabet Warren. Después de conocer el efecto del consumo y de la insolvencia en las familias de la región, la escritora, política y doce
Su nombre es Elizabet Warren. Después de conocer el efecto del consumo y de la insolvencia en las familias de la región, la escritora, política y docente de leyes en Harvard (EEUU), escribió el libro “Lo que vale: el mejor plan de dinero de por vida”. Y justamente en este texto, la académica presenta la fórmula 50-30-20 para ayudar a las familias a garantizar el ahorro.
“Existen muchos métodos y aplicaciones enfocadas en el ahorro. Sin embargo, Sudamérica tiene uno de los menores porcentajes en el mundo. Es importante que las familias desarrollen este hábito no solo para pensar en el gasto posterior sino también para generar nuevas fuentes de ingreso o tener una previsión para contingencias, por ejemplo, para la salud”, comenta Carola Aguilera, Subgerente de Marketing del Banco Ganadero.
Aguilera comenta que, este método desarrollado por Warren es una fórmula sencilla, eficaz y realista que se puede cumplir en la práctica porque indica cuanto es que se debe destinar al ahorro y los gastos, incluyendo el ocio, haciéndose una idea clara del presupuesto general para todo el mes para evitar los derroches y gastos hormiga. ¿Quiere aprenderlo?
- El 50% de sus ingresos para las necesidades básicas
Es importante no negociar el pago de los gastos por necesidades básicas y mejor si estos no pasan del 50% de sus ingresos. Si bien es la partida presupuestaria más amplia aquí se debe considerar el pago de los alquileres, pagos de agua, luz, agua, servicios de tv cable, las comidas, la escolaridad de los hijos y el transporte. “Si la persona recibe un salario de 4.000 Bs., 2.000 Bs. se deben destinar para cumplir con este ítem. En caso de que, sobre dinero, considere como necesidad otros gastos recurrentes o de largo plazo, por ejemplo, el pago de una hipoteca o un seguro, entre otros”, recomienda Carola.
- Destine el 30% para ocio y gastos extras
El gasto en ocio es el que más desequilibrio puede generar si es que no se tiene un techo presupuestario. Por ocio y gastos extras se entienden como los gastos no esenciales, es decir, cosas que, aunque no las compres puede seguir viviendo sin problemas. Aquí se puede incluir las comidas fuera de casa o en familia, las compras de ropa, los regalos para cumpleaños, la cuota del gimnasio, el pago de las películas por ‘streaming’ o las videollamadas, los dulces o helados de la tarde, la visita al campo, entre otros. “Seguir esta regla no significa dejar de disfrutar de la vida. Simplemente, se trata de ser más responsable con su dinero detectando las áreas de su presupuesto en los que estás derrochando sin necesidad. En el caso de la persona que gana 4.000 Bs., 2.000 Bs. ya dedicó a los servicios básicos, 1.200 Bs. será para el ocio y gastos extras”, asevera.
- Un 20% para ahorro o pago de deudas
Después de apartar el dinero para servicios básicos y para el ocio, el remanente 20% será no para guardarlo sino para pensar en invertirlo, llevarlo a la cuenta bancaria e ir juntando hasta tener un capital importante para hacer un negocio. Así también este monto puede servirle para amortizar las deudas que adquirió ya sea para comprar un vehículo que le ayudó a reducir sus gastos en transporte o el pago de la casa que le ahorró meses de alquiler. Este fondo también puede servir para emergencias, por ejemplo, para salud, dentista, oculista o para una contraparte para un terreno. “De los 4.000 Bs., serian 800 Bs. para este ítem. No importa si recibe quincena o semana, es importante ser celosos con este monto. Esta disciplina sin duda le ayudará mucho a cumplir sueños y generar estabilidad financiera”, asegura.
COMMENTS