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La ampliación del Fondo CPRO y las nuevas disposiciones sobre el encaje legal permitirán inyectar más de Bs3.700 millones al sistema financiero para potenciar la producción, el empleo y la estabilidad económica del país.
En una decisión clave para reforzar la dinámica productiva nacional y garantizar mayor liquidez al sistema financiero, el Banco Central de Bolivia (BCB) anunció la ampliación de medidas orientadas a facilitar el acceso al crédito y optimizar los recursos disponibles en las Entidades de Intermediación Financiera (EIF). A través de la Resolución de Directorio N.º 079/2025, el ente emisor aprobó ajustes estratégicos al Reglamento de Encaje Legal, así como la extensión de la vigencia del Fondo para Créditos destinados al Sector Productivo (Fondo CPRO), considerado uno de los principales instrumentos para canalizar recursos hacia sectores clave de la economía.
La medida más destacada es la ampliación del plazo para que las entidades financieras utilicen los recursos del Fondo CPRO, que ahora podrán ser aplicados hasta el 30 de diciembre de 2025, mientras que el fondo continuará vigente hasta el 30 de diciembre de 2026. Esta decisión otorga un horizonte más amplio de planificación para las entidades bancarias y no bancarias, permitiéndoles una mejor capacidad de respuesta a la creciente demanda de crédito del sector productivo, especialmente de la micro y pequeña empresa.
Desde su implementación en enero de 2022, el Fondo CPRO ha demostrado ser una herramienta eficiente para impulsar el financiamiento en condiciones favorables. A mayo de 2025, los créditos productivos representan cerca del 50% de la cartera total del sistema financiero, con un crecimiento anual del 8,8%. Este tipo de financiamiento ha sido fundamental para actividades como la industria manufacturera, la agricultura, la ganadería y la construcción, que en conjunto generan más del 27% del empleo nacional. Actualmente, el fondo cuenta con un saldo disponible de casi Bs2.000 millones, recursos que estarán al alcance de entidades financieras de todo el país para canalizarlos directamente hacia el aparato productivo.
Optimización del encaje legal y liquidez regional
De manera complementaria, el BCB introdujo modificaciones en la composición del encaje legal exigido a los Bancos Múltiples y al Banco Público. A partir de la nueva normativa, estas entidades podrán mantener hasta un 40% del encaje legal en moneda nacional bajo la modalidad de Fondos en Custodia, en cualquier región del país. Este ajuste permitirá desconcentrar parte de los recursos inmovilizados y mejorar la capacidad operativa de las entidades financieras, especialmente en áreas rurales y regiones con menor acceso a infraestructura bancaria.
El efecto inmediato de esta modificación será una inyección de liquidez estimada en Bs1.700 millones, que podrán destinarse a operaciones recurrentes y a la expansión del crédito en diversos rubros económicos. Esta disposición también se alinea con las políticas del BCB orientadas a la modernización del sistema de pagos, el uso de canales digitales y el fortalecimiento de las transacciones electrónicas en todo el territorio nacional.
Estabilidad y compromiso con el desarrollo
Estas medidas forman parte de un conjunto de acciones técnicas y normativas que el Banco Central de Bolivia implementa en su rol como autoridad monetaria, en estrecha coordinación con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI). Los indicadores recientes del sector financiero nacional, según la ASFI, confirman su solidez, liquidez y solvencia, lo que permite al BCB adoptar decisiones que favorezcan simultáneamente el crecimiento económico y la estabilidad del sistema.
Con esta ampliación de herramientas financieras y mayor flexibilidad en el uso de reservas, el BCB busca dinamizar el crédito productivo, fomentar la inversión en sectores estratégicos, ampliar la inclusión financiera y contribuir activamente a la generación de empleo. La medida refuerza, además, el compromiso del ente emisor con la estabilidad macroeconómica y el bienestar de las familias bolivianas, consolidando un entorno financiero más sólido, dinámico y resiliente ante desafíos internos y externos.
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