Diálogo Productivo deja sin discurso a actores mediáticos y políticos

Diálogo Productivo deja sin discurso a actores mediáticos y políticos

Por: Martin Moreira Durante la última semana, el país respiró un aire de diálogo entre distintos sectores, que se reunieron en diversos escenarios

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Por: Martin Moreira

Durante la última semana, el país respiró un aire de diálogo entre distintos sectores, que se reunieron en diversos escenarios para abordar el malestar económico generado por la falta de ética en la gestión política de la oposición. Sin embargo, estos encuentros no se limitaron a la crítica vacía, sino que buscaron comprometerse con un proyecto político-económico real. El «Diálogo Nacional por la Economía y la Producción» ha identificado la escasez de dólares como un obstáculo central para la economía del país, un problema agravado por la disminución en las exportaciones de gas y el bloqueo político en la Asamblea Legislativa. Para superar esta crisis, se requiere no solo desbloquear créditos urgentes, sino también impulsar las exportaciones y abrir el sector de hidrocarburos a la inversión privada. Solo así se podrá fortalecer la economía y asegurar la estabilidad financiera necesaria para el desarrollo del país.

El diálogo trascendió los colores y líneas políticas, y en lugar de predominar las críticas malintencionadas, prevaleció una visión objetiva y constructiva por parte de los actores productivos, sociales y públicos, en busca del bien común. Este ambiente de confianza permitió alcanzar 17 acuerdos entre el sector empresarial y un gabinete productivo, abarcando un amplio espectro de temas, desde la biotecnología hasta la seguridad jurídica.

Estas implementaciones representan cambios estructurales dentro del Modelo Económico Social Productivo Comunitario, pero sin alterar el espíritu de mantener condiciones de estabilidad y protección del poder adquisitivo. La premisa es clara: impulsar el crecimiento de los bolivianos como actores fundamentales para generar un diálogo proactivo.

El reciente avance en la colaboración entre el sector privado y el público marca un cambio significativo en la manera de hacer economía en el país. El Estado, con una sólida inversión en la industrialización como base para la generación de divisas de manera sostenible, busca sustituir importaciones para incrementar la competitividad de los productos nacionales y, en consecuencia, captar mayores ingresos.

Este nuevo enfoque incorpora a la empresa privada como parte integral del plan de sostenibilidad económica, entendiendo que solo será posible con la participación activa de todos los actores, quienes se convierten en referentes nacionales del cambio.

En los encuentros del «Diálogo Nacional por la Economía y la Producción» participaron la mayoría de los sectores, salvo uno: la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco). Esta institución, influenciada por pretensiones políticas y falta de madurez en su dirigencia, decidió no aportar en este encuentro entre empresarios y el Estado, dejando sin voz a sus afiliados.

Cainco, bajo una dirigencia con una visión sectorial y limitada, parece estar desconectada del desarrollo y los deseos de la mayoría de los bolivianos. Lo más preocupante es que, una vez más, Santa Cruz se ve afectada por liderazgos que priorizan intereses políticos sobre el impulso a la productividad y el desarrollo económico del país.

A pesar de la falta de vocación de diálogo, la alta politización de sus representantes y una pobre visión de país demostrada por Cainco, otros sectores, como la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Confederación Nacional de Agricultura de Bolivia (CONFEAGRO), han mostrado una perspectiva de integración más constructiva.

En el gabinete agropecuario, los representantes de CONFEAGRO y afiliados de la CAO abordaron temas clave como biotecnología, combustible, seguridad jurídica, entre otros.

El reciente «Diálogo Nacional por la Economía y la Producción» identificó como principal obstáculo para la economía nacional la escasez de dólares estadounidenses, atribuida a la disminución de las exportaciones de gas y al bloqueo político de créditos en la Asamblea Legislativa.

Las partes coincidieron en la urgencia de que la Asamblea Legislativa Plurinacional apruebe los créditos por más de $1,000 millones, y el sector privado se comprometió a realizar las gestiones correspondientes. Además, se acordó trabajar en la obtención de nuevos financiamientos externos ante organismos internacionales. El gobierno, por su parte, se comprometió a atender la demanda de dólares a través del sistema financiero, condicionado a la aprobación de los créditos y la obtención de nuevos financiamientos.

En cuanto a las exportaciones, se decidió promover aquellas con valor agregado mediante un plan de mediano plazo que garantice tanto el abastecimiento del mercado interno como el crecimiento de las exportaciones, con el objetivo de aumentar las divisas en la economía boliviana. También se implementará un nuevo esquema para la devolución de los Certificados de Devolución Impositiva a los exportadores, adaptado a las necesidades de cada sector.

Para fomentar las inversiones y exportaciones, se resolvió crear la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones del Estado Plurinacional de Bolivia, reglamentar la Ley de Inversiones, crear la Ventanilla Única de Comercio Exterior para reducir tiempos y costos en los trámites de exportación, y lanzar un programa de financiamiento de Bs 2,500 millones para capital de operaciones sujeto a contratos de exportación.

Respecto a la importación directa de combustibles líquidos, el Gobierno reafirmó que esta actividad está permitida por la normativa vigente y acordó simplificar los trámites para facilitar la importación destinada al consumo propio. Asimismo, se decidió fomentar la inversión en energías alternativas para reducir el uso de gas natural en la generación de electricidad, con vistas a su exportación.

En el sector de hidrocarburos, el Ejecutivo trabaja en un proyecto de ley para promover la exploración y explotación privada, y mejorar la ejecución de los recursos del Fondo de Promoción a la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera.

Para fortalecer la producción nacional, las autoridades reafirmaron su compromiso de intensificar la lucha contra el contrabando y conformar una comisión técnica para analizar la reducción selectiva y temporal de aranceles que fomenten la industria y producción nacional con valor agregado. También acordaron fortalecer el plan de industrialización con sustitución de importaciones, identificando sectores productivos clave.

En cuanto a la biotecnología, se tratará este tema en la próxima reunión del Gabinete Agropecuario en Santa Cruz de la Sierra. Finalmente, se decidió conformar un Gabinete de Turismo para impulsar el desarrollo de este sector y promover la campaña “Hecho en Bolivia, consume lo nuestro y emplea a los nuestros”.

Las partes también se comprometieron a mantener reuniones permanentes para monitorear los avances de los acuerdos, los cuales serán evaluados en el Segundo Diálogo por la Economía y la Producción, programado para septiembre de este año.

El sector privado reconoce que este acuerdo no resolverá todos los problemas de inmediato, pero subraya la importancia de enfrentar los desafíos de manera conjunta, con medidas concretas. La inacción sería el peor de los escenarios.

 

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