Diálogo por la estabilidad: Esfuerzos conjuntos en medio de la crisis generada por especulaciones y mentiras

Diálogo por la estabilidad: Esfuerzos conjuntos en medio de la crisis generada por especulaciones y mentiras

Por: Martin Moreira En medio de una crisis desencadenada por bloqueos políticos y especulaciones económicas, el Gobierno boliviano ha alcanzado un

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Por: Martin Moreira

En medio de una crisis desencadenada por bloqueos políticos y especulaciones económicas, el Gobierno boliviano ha alcanzado un acuerdo crucial con los empresarios del país para salvaguardar la estabilidad económica y brindar certidumbre a la población. Es crucial que los empresarios bolivianos que se beneficien de estos puntos reconozcan la deuda que tienen con el país y se comprometan a respetar el mercado interno, manteniendo el poder adquisitivo de los bolivianos, especialmente de las clases más vulnerables. La liberación de exportaciones no debe ser una excusa para descuidar el mercado interno, sino una oportunidad para competir de manera justa en la región.

Se debe analizar detenidamente cómo se fraguó este ataque sistemático a la gestión económica y cómo ciertos actores políticos en el parlamento fueron determinantes para generar inestabilidad en un modelo económico que mostraba excelentes indicadores. Estos individuos, en su afán de controlar el poder, se aliaron para bloquear créditos por un total de 880 millones de dólares y políticas económicas destinadas al desarrollo e inversión del país. No escatimaron en sus amenazas al pueblo boliviano, buscando sembrar miedo y especulación, como lo expresó José Manuel Ormachea, diputado de Comunidad Ciudadana, en el programa «Entre Líneas» con Casimira Lema, al afirmar que no aprobarían ningún crédito «hasta que el país se quede sin un solo centavo».

Esta nueva alianza, evidenciada por el pacto que llevó a Andrónico Rodríguez a la presidencia del Senado, conformada por la bancada evista, Creemos y Comunidad Ciudadana, desencadenó 16 días de bloqueo en el país, resultando en pérdidas económicas valuadas en 1.000 millones de dólares. Posteriormente, se valieron de especuladores en los medios de comunicación, quienes se encargaron de difundir un constante mensaje de temor en la población, utilizando términos como «crisis» e «inflación», propios de los tiempos neoliberales.

Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de esta campaña de desinformación, el indicador de inflación para enero en el país apenas alcanzó el 0,1%. Ante la falta de resultados de dichas estrategias, algunas Entidades de Intermediación Financiera optaron por aumentar las tasas de transferencia en dólares hasta un 26%, lo que generó una legítima preocupación en los bolivianos respecto al aumento de precios en la canasta familiar.

Después, surgió una sobre demanda de dólares y ciertos medios de comunicación brindaron una plataforma a analistas incendiarios que intentaron desestabilizar la gestión económica utilizando todos los medios a su alcance. Ante esta coyuntura, el Estado optó por entablar un diálogo con diversas cámaras y asociaciones del empresariado privado boliviano. Como resultado, el Gobierno nacional y los empresarios privados del país firmaron un acuerdo de 10 puntos con el objetivo de salvaguardar la estabilidad económica, proporcionar certidumbre a los bolivianos, impulsar las exportaciones y fortalecer el crecimiento económico.

Los puntos clave del acuerdo incluyen:

  • Garantizar el abastecimiento al mercado nacional a precios justos, liberando la exportación de productos.
  • Agilizar la devolución de los CEDEIMs en un plazo máximo de 15 días para aquellos exportadores que traigan sus divisas al país y certifiquen su entrega.
  • Establecer una oferta estructurada de bonos en dólares con plazos y tasas, en colaboración con el sector privado nacional y la banca privada.
  • Implementar un esquema de subasta para la venta de diésel a grandes compradores.
  • Agilizar los trámites de importación de diésel.
  • Generar incentivos para el sector privado en la producción de diésel, en colaboración con YPFB.
  • Implementar medidas para aumentar el rendimiento en cultivos como el maíz y la soya.
  • Gestionar una ley para modernizar el transporte de carga en Bolivia.
  • Ofrecer incentivos tributarios a la importación de vehículos eléctricos.
  • Normalizar gradualmente los cobros asociados a estas medidas.

Es crucial que los empresarios bolivianos que se beneficien de estos puntos reconozcan la deuda que tienen con el país y se comprometan a respetar el mercado interno, manteniendo el poder adquisitivo de los bolivianos, especialmente de las clases más vulnerables. La liberación de exportaciones no debe ser una excusa para descuidar el mercado interno, sino una oportunidad para competir de manera justa en la región, sin perjudicar a los trabajadores bolivianos ni a su modelo económico.

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