La Aduana Nacional dio un certero golpe al contrabando de vino y cerveza en Tarija, con la destrucción, este lunes, de 46 toneladas de bebidas alcohól
La Aduana Nacional dio un certero golpe al contrabando de vino y cerveza en Tarija, con la destrucción, este lunes, de 46 toneladas de bebidas alcohólicas que fueron comisadas desde enero hasta mayo de la presente gestión, productos que de manera ilícita ingresaron por las fronteras de Yacuiba y Bermejo desde el vecino país de Argentina.
El procedimiento se realizó en depósitos aduaneros (DAB) del Portillo. La mercadería está valuada en 108 millones de bolivianos aproximadamente.
Estas 46 toneladas son parte de un total de 248 toneladas de mercadería prohibida que se encuentran en almacenes aduaneros en Tarija, las cuales se irán destruyendo en el curso de las próximas semanas. Entre la mercadería a desechar se constituyen bebidas alcohólicas, cigarrillos, alimentos en mal estado o vencidos, prendería usada y vehículos indocumentados que están en desuso.
El contrabando ha hecho de las suyas durante el año 2020, cuando no había controles en las fronteras, se han abierto rutas alternas en las diferentes fronteras del país por donde ingresa mercancía ilegal que daña la economía, la industria y la producción nacional, afirmó la presidenta a.i. de la Aduana, Karina Serrudo.
Entre enero y mayo se han comisado más de 200 millones de bolivianos en todo el territorio nacional y sólo en el departamento de Tarija se realizaron comisos valuados en aproximadamente Bs 23,99 millones.
La mayoría de la mercancía de contrabando que ingresa al departamento de Tarija proviene de la Argentina y se distribuye también a Santa Cruz.
Recicladoras
“Mujeres en Acción de Reciclaje por el Medio Ambiente Tarija” (Marmat), participaron del proceso de destrucción, quienes apoyaron en el vaciado de las bebidas alcohólicas lo cual servirá para hacer compost para abonar las áreas verdes de la ciudad de Tarija y para los productores.
Las mismas mujeres reciclarán las latas y botellas las cuales serán vendidas a las acopiadoras que hay en la ciudad para su reutilización y transformación. De ese modo se apoya la economía de estas mujeres trabajadoras, que en una experiencia piloto trabajan en la gestión de residuos mediante un sistema de recolección y transporte de residuos domiciliarios con separación en origen, para promover acciones de resiliencia y reducción de la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático.
Aduana Nacional de Bolivia
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