Desafíos y Oportunidades en el Comercio Exterior de Bolivia

Por: Martin Moreira

Este año, los bloqueos en Bolivia han generado pérdidas sustanciales, estimadas en alrededor de $us 14 millones, y la situación global ha impactado negativamente en el comercio, especialmente en el vital transporte terrestre que constituye el principal medio de movimiento de bienes en el país. Esto plantea la interrogante de si, sin estos bloqueos, Bolivia podría haber logrado un superávit comercial. Las proyecciones indican que el país aspira a superar los $us 10.000 millones en exportaciones para equilibrar la balanza comercial. Para alcanzar este objetivo, resulta crucial la mejora en la logística, la inversión en infraestructura y la protección de los derechos fundamentales. En última instancia, el futuro del comercio exterior boliviano depende de su capacidad para adaptarse a un entorno económico global en constante cambio y avanzar hacia un mayor desarrollo económico y estabilidad financiera.
El comercio exterior de Bolivia es un elemento clave en su economía y un indicador de su salud económica. Hasta julio de 2023, el país enfrenta un desafío importante: un déficit comercial de $us 75 millones. Este déficit se produce en medio de un contexto económico complejo marcado por la intensificación de la guerra en Europa del Este, la volatilidad y la reducción de los precios de las materias primas, la inflación, el aumento constante de las tasas de interés globales, y una desaceleración económica impulsada por la falta de inversión tanto pública como privada en la región.
En 2022, Bolivia experimentó un crecimiento histórico en su comercio exterior, alcanzando los $us 13.654 millones en exportaciones. Esto se debió en gran medida a la diversificación de su economía, en la que la minería, la agricultura y la manufactura desempeñaron un papel importante. La manufactura, en particular, contribuyó al valor agregado de las exportaciones y representó el 54% de las mismas. Esto marcó un importante hito en la visión de dar valor agregado a las manufacturas bolivianas.
Sin embargo, el 2023 presenta desafíos significativos que están afectando el comercio exterior de Bolivia. Los bloqueos en el país han generado pérdidas estimadas en alrededor de $us 14 millones entre exportaciones e importaciones, lo que representa un perjuicio económico de $us 2300 millones. Además, la coyuntura global, caracterizada por la guerra en Europa, ha impactado negativamente en el comercio internacional, elevando los precios y generando incertidumbre.
Un aspecto crítico en este escenario es la interrupción del transporte terrestre, el principal modo de transporte para el comercio exterior en Bolivia, que representa el 66% del total de carga que entra o sale del país. Los bloqueos y las paralizaciones en el transporte terrestre pueden tener efectos devastadores en la economía. En un caso extremo, si todos los modos de transporte se vieran afectados, las pérdidas podrían ascender a $us 29 millones al día, sin contar el gas. Esto pone de manifiesto la importancia de mantener la libre transitabilidad y el derecho al trabajo como derechos fundamentales que deben protegerse.
La pregunta que se plantea en medio de estos desafíos es si, de no haberse producido los bloqueos, Bolivia podría haber alcanzado un superávit comercial. Las proyecciones para el cierre de 2023 sugieren que Bolivia está trabajando en superar los $us 10.000 millones en exportaciones, lo que podría ayudar a equilibrar la balanza comercial. Esto sería un logro significativo, especialmente teniendo en cuenta el déficit comercial actual de $us 75 millones.
Para lograr este objetivo, es esencial que el país siga mejorando su logística y continúe invirtiendo en infraestructura. Además, es crucial que ciertos grupos no perjudiquen el crecimiento del país, ya que esto podría poner en riesgo el futuro de las familias bolivianas. La estabilidad en el comercio exterior es fundamental para la prosperidad del país y la capacidad de generar ingresos que beneficien a todos sus ciudadanos.
En resumen, el comercio exterior de Bolivia enfrenta desafíos significativos en 2023, pero también presenta oportunidades de crecimiento. La diversificación de la economía, la inversión en infraestructura y la protección de los derechos fundamentales son elementos clave para superar los obstáculos y lograr un equilibrio en la balanza comercial. El futuro del comercio exterior boliviano depende de la capacidad del país para adaptarse a un entorno económico global en constante cambio y seguir avanzando hacia un mayor desarrollo económico y estabilidad financiera.