Por: Martin Moreira En Bolivia, las exportaciones e importaciones, al igual que en el resto del mundo, se preparan para una recuperación en 2024 tr
Por: Martin Moreira
En Bolivia, las exportaciones e importaciones, al igual que en el resto del mundo, se preparan para una recuperación en 2024 tras varios trimestres de descenso, según el último informe Global Trade Update de la UNCTAD. En 2023, la caída del comercio global, estimada en un billón de dólares, fue impulsada por una disminución de la demanda en las economías desarrolladas y un debilitamiento del comercio en Asia Oriental y América Latina. Los datos de los primeros cuantos meses del 2024 sugieren una mejora alentadora, impulsada por un aumento en la demanda de bienes medioambientales y mejores perspectivas económicas. Las cifras en Bolivia también han reflejado estas tendencias, mostrando señales mixtas con un aumento significativo en abril. Aunque persisten desafíos como las tensiones geopolíticas, los bloqueos de carreteras por posiciones políticas y la volatilidad del mercado, Bolivia deberá adaptarse y aprovechar las oportunidades emergentes para asegurar su crecimiento económico sostenible.
Según el último informe Global Trade Update de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el comercio mundial se prepara para una recuperación en 2024 después de varios trimestres de descenso. La caída del comercio global en 2023, estimada en un billón de dólares, fue impulsada principalmente por una disminución de la demanda en las economías desarrolladas y un debilitamiento del comercio en Asia Oriental y América Latina. No obstante, los datos los primeros cuatro meses del 2024 sugieren una mejora alentadora, impulsada por un aumento en la demanda de bienes medioambientales, como los vehículos eléctricos, y unas perspectivas económicas globales más optimistas. Sin embargo, las tensiones geopolíticas y las posibles interrupciones en las cadenas de suministro siguen siendo motivos de preocupación.
Bolivia: Un balance de las exportaciones e importaciones
En el contexto boliviano, el panorama comercial también ha reflejado estas tendencias globales. Las exportaciones del país en los primeros cuatro meses de 2024 alcanzaron los $us 2.734 millones, una cifra notablemente menor en $us 923 millones en comparación con el mismo período del año anterior. Paralelamente, las importaciones a abril de 2024 totalizaron $us 3.194 millones, una reducción de $us 512 millones respecto al mismo periodo en 2023.
Un abril de alzas y bajas
Abril de 2024 mostró señales mixtas pero significativas. Las exportaciones bolivianas llegaron a $us 804 millones, un incremento de $us 145 millones con respecto a marzo, cuando se registraron $us 659 millones. Este aumento del 22% se atribuye principalmente a un desempeño destacado del sector agroindustrial, especialmente en el rubro de la soya, que vio sus exportaciones crecer en $us 67 millones. Este repunte sugiere un fortalecimiento del sector agrícola boliviano y su capacidad para responder a la demanda externa.
Por otro lado, las importaciones en abril se situaron en $us 799 millones, una disminución de $us 17 millones frente al mes anterior, cuando alcanzaron los $us 816 millones. Esta reducción del 2% en las importaciones puede interpretarse como un ajuste en la demanda interna o una respuesta a las fluctuaciones del mercado internacional.
Perspectivas y Desafíos
El escenario del comercio exterior boliviano en 2024 está marcado por la resiliencia, la adaptación a un entorno global complejo y el diálogo entre los sectores privado y público para generar divisas en el país. La recuperación del comercio mundial pronosticada por la UNCTAD y el buen desempeño de sectores clave como el agroindustrial son señales positivas. Sin embargo, las fluctuaciones en las cifras de importación y exportación reflejan la volatilidad y los retos persistentes que enfrenta el país.
Las futuras estrategias de Bolivia en términos de comercio exterior deberán considerar tanto las oportunidades emergentes en el mercado global como los riesgos asociados a las tensiones geopolíticas y las interrupciones en las cadenas de suministro. La capacidad del país para adaptarse a estos desafíos y aprovechar las oportunidades será crucial para su crecimiento económico y desarrollo sostenible en el futuro cercano.
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