Cinco maneras de reducir la contaminación acústica desde el volante

El ruido altera, perturba e incluso mata. Una conversación normal a poca distancia no supera los 40 decibeles (DB) de intensidad, pero cuando el sonido supera los 60 DB puede aumentar, según la OMS, hasta un 5% el riesgo de sufrir arterioesclerosis, un 10% incrementar las molestias, puede provocar hasta un mes de retraso en la capacidad de lectura de los niños y, si la exposición es constante, puede derivar en una discapacidad auditiva.

La ONU, a través del estudio Ruido, llamas y desequilibrios también presenta datos alarmantes: la exposición prolongada al ruido ambiental provoca 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica y unas 12.00 muertes prematura al año en Europa. “La exposición al ruido del tráfico es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas como aumentos de tensión, hipertensión arterial, cardiopatía coronaria y diabetes”, comentan.

Carola Barzón, People Director en Bolivia a cargo de los temas de Sostenibilidad de Imcruz, expresó que, como empresa comprometida con la conducción responsable y la seguridad vial, quieren concientizar a la población para que tome decisiones prácticas y consecuentes que ayuden a reducir la contaminación acústica desde el volante y se piense en el otro antes de tocar una bocina con intensidad, antes de acelerar o de poner un parlante con música elevada.

“En Imcruz trabajamos pensando en las personas. Es por eso, que nos preocupa que todos los que compran un vehículo de las marcas que representamos asuman una responsabilidad frente al volante y desarrollen hábitos de respeto hacia los transeúntes, hacia las normas de tránsito y hacia las poblaciones más vulnerables”, comenta.

Cada último miércoles de abril se celebra el Día Internacional de Concientización sobre el Ruido con el propósito de promover el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y los riegos que genera el ruido a la salud. En ese sentido, Barzón recomienda al menos cinco hábitos que, pueden ayudar a reducir el ruido desde el volante:

1. Evite las músicas potentes cuando está con ventanas abiertas

A muchos choferes les gusta conducir su vehículo con música que suene con el volumen elevado. Del 1 al 50 ¿en qué medidor de volumen conduce usted? Diversos estudios realizados en la Universidad de Israel han demostrado que conducir escuchando música a todo volumen merma la capacidad al volante, duplica el riesgo de cometer errores y puede impedirle ver con claridad los carriles, pasar un semáforo, omitir la verificación a través de los retrovisores y, el riesgo aumenta si la canción que está sonando es su preferida. Es prudente bajarle el sonido a menos de la mitad para, así también escuchar, los movimientos que realizarán los otros conductores en su entorno.

2. Cuidado con los acelerones: afectan el oído y la billetera

Acelerar de golpe no le ayuda a ganar tiempo y, sin duda, tiene efectos negativos sobre su vehículo y sobre el oído de los transeúntes. Al apretar con más intensidad el acelerador, el sonido aumenta de intensidad superando los 70 DB y consumirá con esto más combustible, tiende a calentar más su motor y los neumáticos y frenos sufrirán un mayor deterioro. Y ni hablar de arrancar haciendo patinar las ruedas motrices. Es un ruido muy molestoso, es un gasto inútil de gasolina y de ruedas, además de que daña innecesariamente la transmisión, el embrague, la caja de cambios y el diferencial.

3. Acuda al mantenimiento respectivo a tiempo para evitar motores ruidosos

A mayor recorrido, mayor será el desgaste del motor de su vehículo y la probabilidad de que empiece a sonar más fuerte será mayor. De acuerdo con la Comisión Económica de las Naciones Unidas un automóvil estándar no debería superar los 70 DB de sonido, principalmente en arranques; una motocicleta -según la cilindrada- dentro del rango de los 73 y 77 DB, los camiones pesados menos de 90 DB; vehículos de menos de nueve plazas hasta 86 DB, por mencionar algunos. Sin embargo, de acuerdo con diversos radares colocados en España, la suma de ruido del tráfico vehicular es responsable del 80% de la contaminación acústica en las principales ciudades, superando los 120 DB. Por eso es fundamental, un mantenimiento preventivo de su vehículo para identificar cambios antes de que generen molestosos ruidos.

4. La bocina no apura a los demás ni el ruido del caño a su vehículo

Una bocina, dentro de los rangos permisibles, no debería superar los 100 DB a una distancia de siete metros. Sin embargo, diversos estudios han identificado que existen bocinas, principalmente de aire, que superan los 120 DB, un ruido suficientemente fuerte para causar un daño inmediatos a los oídos. Cada bocina es adaptada según el tamaño y la potencia del vehículo. No se puede ocupar una de camión en un city cars. Si, a ese ruido se le añade los 90 DB, en promedio de los caños de escape, el ruido es intenso. El artículo 62 del Código de Tránsito de Bolivia determina “Está prohibido el uso de la bocina durante las horas de la noche dentro del radio urbano de las ciudades. Durante el día únicamente se utilizará en casos de fuerza mayor”, expresa.

5. Busque vehículos eficientes en consumo y en rendimiento

La Unión Europea lleva adelante el proyecto “Green city cars”, cuyo objetivo se centra en la incorporación de soluciones de reducción de la contaminación acústica. Así, se logró implementar resonadores, neumáticos, novedosos materiales de reducción de ruido, logrando una reducción de hasta 7 DB y una mejora sustancial del sonido. Con estas pruebas lograron impulsar que la industria automotriz desarrolle vehículos mucho más eficientes y demandar lo mismo de los demás fabricantes. Un vehículo nuevo, además de ofrecerle una mayor garantía, le brindará seguridad, generará menos ruido que el resto durante varios meses y tendrá todo el respaldo técnico del fabricante a través del concesionario.