Por otra parte, Tania Pozzo, también cofundadora de iGEM Bolivia y especialista en la rama, que radica en Suecia explicó que “para un país es muy impo
Por otra parte, Tania Pozzo, también cofundadora de iGEM Bolivia y especialista en la rama, que radica en Suecia explicó que “para un país es muy importante tener una representación en este tipo de competencia internacional para destacar como país. Lo que se espera es establecer las bases en biología sintética con el objetivo de que las nuevas generaciones de jóvenes bolivianos tengan el acceso a hacer ciencia en Bolivia resolviendo problemas que la sociedad boliviana confronta”.
El equipo boliviano se conformó por más de 60 estudiantes de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Chuquisaca, bajo la dirección de Tania Pozzo y Cecilia Gónzalez, ambas biotecnólogas y con el apoyo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en La Paz, Universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ) en Cochabamba, Universidad Católica Boliviana San Pablo (UCB) en Santa Cruz y la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca (UMRPSFXCH) en Sucre, además, de las empresas Añaki, Laboratorios Bagó, Integrated DNA Technologies – IDT y Zymo Research, las dos últimas, extranjeras.
BIOSENSOR PORTÁTIL AUTOMÁTICO PARA LA DETECCIÓN DE ARSÉNICO
“Como la lectura de este biosensor es compleja, trabajaron con el apoyo de miembros del equipo de robótica en Sucre y generaron un dispositivo, capaz de leer el biosensor y brindar datos sobre la contaminación con arsénico de manera precisa y más accesible en costo a investigadores o entidades encargadas de estos análisis. Por el tema de la pandemia, el equipo aún no ha podido completar el trabajo de laboratorio, pero el dispositivo lector ya está listo para ser probado”, dijo Gónzalez.
El arsénico y las altas concentraciones de metales pueden afectar la calidad de los suelos, ríos, acuíferos circundantes y el material abandonado a lo largo de estos ríos de antiguas operaciones mineras. Las características geológicas del altiplano boliviano influyen en la composición fisicoquímica del agua, resultando en la acumulación de azufre, boro, arsénico y otros. De esta manera, diferentes poblaciones humanas en Bolivia están expuestas al arsénico provocando trastornos neurológicos, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, ya que estos metales alteran la función metabólica y bioquímica normal del ser humano.
“LA INSCRIPCIÓN SON MÁS DE 3500 DÓLARES Y SE REUNIÓ DURANTE CASI 2 AÑOS”
“La competencia tiene bastantes obstáculos, entre los cuales se puede mencionar el costo monetario, la inscripción son más de 3500 dólares y que al grupo de iGEM Bolivia nos ha tocado reunir durante casi 2 años. Luego los reactivos para laboratorio tampoco son baratos y cualquier pequeña actividad en laboratorio tenía un costo adicional, entonces estas son algunas de las dificultades que tuvimos que atravesar”, explicó Alejandra Guzmán, integrante del equipo en competencia.
Para Claire Montaño, representar a Bolivia la llenó de orgullo, “no hay palabras que pueda decir ahora sin llorar. Desde un inicio, yo sabía que íbamos a representar a Bolivia en esta competencia iGEM, ya que somos el primer equipo en participar y suena como un sueño. Yo estaba entre los estudiantes que defendían el trabajo en inglés y estaba muy nerviosa, al final todo salió muy bien, mis compañeros respondieron muy bien las preguntas y los jurados fueron muy amables”, finalizó.
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