Tras la caída abrupta de importaciones y exportaciones por la pandemia del COVID-19 y la crisis política y económica en 2020, Bolivia reactivó este añ
Tras la caída abrupta de importaciones y exportaciones por la pandemia del COVID-19 y la crisis política y económica en 2020, Bolivia reactivó este año el comercio exterior por el puerto peruano de Ilo, con el objetivo de sostener como alternativa respecto de Chile para la carga de mercadería boliviana, según expertos y la estatal Administración de Servicios Portuarios (ASP-B).
Con el objetivo de diversificar las actividades portuarias, la empresa estatal estratégica ASP-B informó que a través de su personal operador en el Puerto Ilo, en Perú, se logró un récord histórico de movimiento de carga de cerca de 1.500 toneladas métricas en un día, concentradas en más de 50 camiones.
“El despacho de esta carga importante se registró en media jornada el 7 de julio, producto del trabajo de los servidores públicos de ASP-B que impulsan y agilizan los servicios logísticos de carga en tránsito a territorio nacional”, comunicó la estatal.
De acuerdo con un boletín de la ASP-B, luego del abandono en la gestión interina de Jeanine Áñez, en los últimos meses se ha incrementado paulatinamente la carga a través de un trabajo colectivo, que permite fortalecer e integrar el comercio exterior en beneficio del importador y exportador por ese puerto peruano, para sostener como una alternativa al comercio exterior del país, respecto a los atracaderos de Chile.
Sobre este tema, el economista y gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló que en estos momentos es fundamental profundizar el proceso dinamizador del comercio exterior boliviano orientado a coadyuvar la reactivación económica y productiva.
“Se ha visto un gran entusiasmo de diferentes entidades estatales como la ASP-B, para que el puerto de Ilo pueda funcionar como alternativa a los puertos chilenos. Se están haciendo esfuerzos de generar una frecuencia de llegada de buques para tal efecto”, afirmó a Xinhua.
Sin embargo, consideró que “no cambió” el hecho de que Ilo no es el puerto mayor en Perú, por sus limitaciones, por lo que “no es un puerto que tenga frecuencia de barcos grandes para el comercio exterior de Bolivia, lo que es una desventaja frente a los puertos como los chilenos”.
Reconoció que la alternativa de tener a Ilo como un desembarcadero de salida y entrada de mercadería, ayudaría a los empresarios bolivianos a tener una mejor opción de negociación frente a los puertos chilenos, de los cuales dependen una gran cantidad de productos del comercio exterior boliviano.
“Está claro que depender de los puertos chilenos es una desventaja, hay que ver lo que recurrentemente sucede por problemas de administración, huelga de trabajadores portuarios, imposiciones, cobros, recientemente problemas por el COVID-19. Todo esto provoca una serie de perjuicios con pérdidas millonarias para los empresarios exportadores e importadores, transportistas, entre otros”, aseveró Rodríguez.
A decir del experto, la opción de Ilo se perfiló en esa dirección, de disminuir la vulnerabilidad en el futuro para los exportadores e importadores bolivianos.
Estrategia
Sobre la estrategia que se debe encarar para que el puerto de Ilo sea una verdadera alternativa del comercio exterior boliviano respecto a los puertos chilenos, el gerente del IBCE enfatizó que es una necesidad ofrecer a los operadores económicos de Bolivia igual o mejores condiciones que los puertos chilenos.
“En el comercio exterior hay una palabra clave que determina ‘si hay o no’ las posibilidades de un negocio internacional y esa palabra se llama ‘competitividad’. Si un puerto va a ser o no una alternativa tiene que ver con un servicio eficiente, económico y que esté disponible de forma permanente”, aseveró.
Por su lado, el miembro del Comité de Desarrollo Económico de Ilo y experto especializado en tema de negocios, logística y puertos, Samuel Peralta, destacó el esfuerzo de los bolivianos por demostrar interés en dinamizar el puerto de Ilo.
Empero, consideró que es crucial una alianza público – privada, además de la voluntad gubernamental de Perú y Bolivia para encarar un verdadero proceso de inversión que permita acrecentar en dimensiones importantes el transporte de carga de importación y exportación por ese puerto.
“La iniciativa debe ser compartida con el único interés de desarrollo y sin discursos enunciativos o políticos. Se precisa de inversiones millonarias, acuerdo de empresarios y gobiernos”, aseveró.
De acuerdo a datos de la ASP-B, la carga boliviana en el puerto de Ilo, Perú, aumentó en cerca del 100 por ciento entre enero y abril de este año, frente a similar periodo de la pasada gestión.
En términos de volumen, el movimiento de carga llegó este año a 51.795 toneladas, en relación a las 27.076 del primer cuatrimestre de 2020.
El transporte de carga en tránsito a Bolivia a través de este puerto aumentó de forma considerable desde la llegada de los dos primeros barcos que trajeron 22.097 toneladas en 2018, volumen que ya al primer cuatrimestre de la presente gestión fue superado al alcanzar a 51.795 toneladas.
Desde 2018 hasta abril de 2021, el movimiento de carga boliviana a través del puerto peruano llegó a más de 200.000 toneladas. Todo este movimiento de carga implicó el desplazamiento de más de 8.000 camiones bolivianos.
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