En los tres años de gobierno del presidente Luis Arce, Bolivia se ha embarcado en un ambicioso proyecto para construir 150 plantas de industrializació
La revista “Industrialización Rumbo al Bicentenario”, publicada por el Ministerio de la Presidencia, ha desvelado planes para más de 150 plantas que constituirán el corazón de los esfuerzos de industrialización de Bolivia, transformando los sistemas de producción en diversas áreas estratégicas que contribuyen al desarrollo de pequeños, medianos y grandes productores.
El presidente Luis Arce Catacora, en su balance de dos años y medio de gestión en mayo pasado, destacó que el objetivo hacia el bicentenario de Bolivia es la industrialización con sustitución de importaciones. Subrayó el compromiso del gobierno en establecer las bases para una Bolivia industrializada que aproveche al máximo su potencial productivo.
Según el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, la construcción de una planta industrial de tamaño mediano suele llevar alrededor de dos a dos años y medio, en promedio. Sin embargo, el presidente Arce está acelerando la implementación de estas plantas industriales después de llevar a cabo estudios de preinversión para garantizar su sostenibilidad.
El Potencial de Bolivia como Aliado Estratégico
Gracias a sus variados suelos, climas y otros atributos, Bolivia posee recursos como la urea, el litio y el gas, y cuenta con zonas productivas que generan alimentos esenciales como quinua, soya, trigo, hortalizas, tubérculos y frutas. Además, se dedica a actividades como la ganadería, la piscicultura y la agricultura en general.
La implementación de estas plantas industriales potenciará estas fortalezas, aumentará los ingresos, mejorará la calidad de la producción, generará excedentes y consolidará la posición de Bolivia como aliado estratégico en la región y el mundo, tal como se destaca en la revista “Industrialización Rumbo al Bicentenario”.
La construcción de las más de 150 plantas industriales recae en las empresas estatales gestionadas por los ministerios de Hidrocarburos y Energías, Desarrollo Productivo y Economía Plural, y Minería y Metalurgia, entre ellas YPFB, YLB, Emapa, Sedem, EBIH, EBA, IBAE y otras ya consolidadas y recién creadas.
Por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, a través de las empresas que administra, tiene la responsabilidad de construir alrededor de 62 plantas industriales con una inversión garantizada de 11.200 millones de bolivianos, según el ministro Huanca.
Hacia el 2024, se prevé que al menos el 80% de las plantas de industrialización de alimentos, en construcción con inversiones significativas, estén operativas, según el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles. El 20% restante, que incluye plantas de química básica, entre otras, comenzará a funcionar en 2025 debido a que requiere más tiempo, ya que contarán con tecnología europea y serán de gran envergadura para América Latina.
De todas las plantas industriales en construcción, al menos 50 se dedican a la manufactura y alimentos, bajo la responsabilidad de empresas estatales dependientes del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Para finales de este año, el Gobierno tiene previsto inaugurar cuatro plantas de industrialización de alimentos: papa, trigo, maíz y hoja de coca, en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. Estas plantas son cruciales para garantizar la soberanía alimentaria de los bolivianos, según el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles.
Entre las plantas que se prevé inaugurar este año se encuentran una planta de almacenamiento y transformación de trigo en el municipio de Viacha, una planta de acopio, almacenamiento y transformación de papa en El Alto, una planta de transformación de hoja de coca y plantas endémicas en Cochabamba, y una planta de almacenamiento y transformación de maíz en Pailón, Santa Cruz.
Por ejemplo, con la planta de almacenamiento y transformación de trigo de Viacha, el Estado boliviano podrá producir fideos y contar con el molino más grande para elaborar harina, un ingrediente de alta demanda en el occidente del país, que es la región que consume más pan y otros productos de panadería.
Un Esfuerzo Titánico para la Independencia Económica
La actual política de industrialización ha llevado al Gobierno a lograr su meta de poner en funcionamiento la Planta NPK de producción de fertilizantes granulados en Cochabamba, con una inversión de 63,7 millones de bolivianos, y sustituir importaciones.
Esta nueva planta, inaugurada en octubre de este año por el Jefe de Estado, tiene una capacidad de producción de unas 60.000 toneladas al año de NPK y urea granulada de liberación lenta, garantizando cubrir el 100% de la demanda interna de estos productos.
“El diseño, la ingeniería, construcción, montaje y puesta en marcha de esta nueva industria se llevaron a cabo durante nuestra gestión de Gobierno. Formó parte del programa de Gobierno lanzado en 2020 como parte del proyecto de industrialización”, destacó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
En la entrega de esta obra, el gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez, resaltó que con esta nueva industria se mejorará la producción agrícola y contribuirá a la seguridad alimentaria de las familias bolivianas.
En el sector de hidrocarburos, otra de las destacadas megaobras es la Planta de Biodiésel I en Santa Cruz, que ha alcanzado un avance del 49%. Esto demuestra que el esfuerzo por la industrialización con sustitución de importaciones está firme y avanzando, sin importar las dificultades, como señaló el Primer Mandatario el pasado mes.
En conclusión, el ambicioso programa de industrialización de Bolivia bajo el liderazgo del presidente Luis
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