Banco Fassil: “Una crónica de crecimiento y caida”

Banco Fassil: “Una crónica de crecimiento y caida”

En Bolivia, el sistema financiero está saludable y preparado para apoyar el crecimiento económico del país. El sector bancario, en particular, ha demostrado solvencia y fortaleza durante el primer trimestre del año, lo que confirma el proceso de bolivianización en curso.

Sin embargo, existe una excepción que es el Banco Fassil la que fue intervenida por cometer delitos financieros, está entidad financiera con una ampli

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Sin embargo, existe una excepción que es el Banco Fassil la que fue intervenida por cometer delitos financieros, está entidad financiera con una amplia presencia en Bolivia que ha experimentado recientemente problemas relacionados con actos irregulares en el cumplimiento del encaje legal y otras normativas financieras. El Banco Fassil ha sido objeto de observación por parte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y otras entidades reguladoras, como la Administradora de Cámaras de Compensación (ACC).

El 14 de julio de 2021, la ASFI emitió una observación exigiendo al Banco Fassil que se regularizara, y posteriormente ha sido multado por las autoridades financieras. El incumplimiento del encaje legal, que establece la cantidad mínima de reservas que un banco debe mantener como garantía para sus depósitos y otras obligaciones financieras, puede llevar a sanciones y multas.

Además, la ACC ha advertido el mismo año, al Banco Fassil que debía regularizar temas relacionados con las transacciones digitales y físicas en tarjetas. El banco no estaba cumpliendo con algunos requisitos de pago, lo que también fue observado por la ACCL, que se encarga de registrar todas las transacciones digitales en la banca.

Bajo esos antecedentes de falta de regulación y liquidez que tenía este Banco, además estaba en la  mira de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN), nunca lo incluyó en su gremio financiero, a pesar de ser el tercer banco con mayor crecimiento y presencia en el país, especialmente en Santa Cruz, donde tenía más de quinientas agencias y en algunas zonas contaba con más de cinco sucursales.

Esto generó confianza en el banco y muchas personas depositaron su dinero en esta entidad, lo que contribuyó a su crecimiento  exponencial elevado, llegó a tener una cartera en depósitos de  $us2.600 millones.

El banco Fassil implementó una estrategia de mercado, que incluía campañas publicitarias en los principales medios de comunicación, promocionando premios millonarios en efectivo, para atraer a más ahorristas y generar confianza en el público. Además, el banco hacía énfasis en la facilidad de obtener créditos, especialmente en el sector microcréditos, inmobiliario, automotriz y consumo, lo que representaba una gran parte de su cartera de créditos, que alcanzaba los $3.000 millones.

Sin embargo el 14 de marzo, los clientes del banco empezaron a retirar sus ahorros debido a rumores y desconfianza causada por fallos en la renovación de la aplicación de banca móvil y limitaciones en los retiros. A pesar de que se solicitaron informes por parte de la ASFI para conocer la situación de la entidad, la respuesta del banco no tenía sustento  y no se presentaron denuncias, sumado a esta falta de claridad, cerca de 70 empresas cruceñas dieron su apoyo a banco Fassil, esta coyuntura invisibilizo los malos manejos de la entidad, lo que impidió la actuación de la ASFI.

El 17 de abril el banco Fassil anunció la inhabilitación de sus tarjetas de débito, crédito, su banca digital y prepagas hasta nuevo aviso, lo que evidenció la gravedad de la situación y la necesidad de intervención en la entidad.

El comunicado de la entidad financiera decía lo siguiente: «Informamos a nuestros clientes y al público en general que temporalmente se encuentran inhabilitados los servicios de tarjetas de débito, crédito y prepagas para operaciones nacionales e internacionales. Somos conscientes del descontento y la frustración que han generado los inconvenientes que estamos experimentando con nuestros servicios físicos y digitales, lo que nos impide brindar un servicio de excelencia».

Esto encendió las alarmas de las autoridades, en este caso, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), debido a la aparición de denuncias por créditos irregulares en los medios de comunicación, junto con 61 denuncias de ahorristas y la intención de Fassil de vender parte de su patrimonio. Todo esto propició la intervención de la entidad el 27 de abril, bajo la figura de «Cesación de pagos». Esto significa que Fassil no cumplió con la devolución del dinero requerido de sus ahorristas, pero no implica una declaración de quiebra, que sería una figura legal diferente.

La Autoridad ya disponía de los elementos necesarios, incluyendo las herramientas e instrumentos legales, para llevar a cabo la intervención. Para poder proceder con la devolución de los depósitos, se requerían varios pasos, que debían llevarse a cabo para determinar si el banco en cuestión realmente tenía el patrimonio declarado,  además sí  los depósitos alcanzaban la suma declarada y para evaluar el nivel de riesgo de su cartera de créditos. La información correspondiente a este último aspecto se conocerá el 9 de mayo, cuando el interventor presente el estado de cuentas de la entidad financiera, lo que permitirá llevar a cabo una compulsa con otras instituciones bancarias.

Los resultados  podrán determinar qué bancos se harán cargo de las carteras de depósitos y créditos, y así regularizar los créditos y permitir que los clientes de esta entidad intervenida, puedan recuperar sus ahorros de manera oportuna, siempre precautelando el interés de los ahorristas.

escrito por Martín Moreira

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