Ante el bloqueo y sabotaje político económico en contra del pueblo boliviano

Las recientes acciones de desestabilización promovidas por sectores de la derecha política, el empresariado conservador y sus aliados en el legislativo, evidencian una creciente radicalización antidemocrática con el claro objetivo de socavar al actual gobierno y allanar el camino para la restauración neoliberal. Estas estrategias, que incluyen el bloqueo de créditos, la retención de divisas provenientes de exportaciones agroindustriales y la especulación con precios de productos esenciales, buscan generar una crisis artificial para erosionar la legitimidad del Estado Plurinacional y reinstaurar un modelo económico excluyente, elitista y privatizador. La historia demuestra que esta táctica no es nueva: ya fue aplicada en Bolivia durante el gobierno de la UDP (1982-1985) y en la Chile de Allende, cuando el estrangulamiento económico sirvió como antesala de imposiciones neoliberales que devastaron la economía popular. Hoy, tras 40 años, la derecha repite el libreto, promoviendo el desabastecimiento de combustibles, el encarecimiento de productos controlados por el empresariado y la intención de privatizar los recursos naturales y estratégicos del país. Frente a este panorama, el gobierno de Luis Arce ha anunciado medidas urgentes para mitigar esta ofensiva política y económica, pero la pasividad de las organizaciones sociales y la falta de una conducción sociopolítica firme generan preocupaciones sobre un posible escenario similar al golpe de Estado de 2019. Ante esta amenaza, se plantea la necesidad de una respuesta unificada de los sectores populares, cerrando el paso a los intentos desestabilizadores, exigiendo medidas concretas que obliguen a los sectores más poderosos a asumir su responsabilidad en la crisis y garantizando que el proceso democrático no sea vulnerado por intereses neoliberales.

Las actuales acciones de desestabilización que lideran candidatos de derecha, partidos de derecha en el legislativo y grupos empresariales conservadores, muestran una tendencia a mayor radicalidad antidemocrática, preparando el terreno para la restauración neoliberal. Estos actores en el tinglado preelectoral bombardean con mensajes de agotamiento del Modelo Económico Social Comunitario Productivo y el fracaso del Estado Plurinacional, buscan restaurar la República discriminadora, elitista y neoliberal.

¿Que pretende la derecha del país con el bloqueo de créditos, la no repatriación de los dólares por la exportación agroindustrial y otras medidas como la especulación de precios?, la respuesta es, busca deslegitimar al gobierno, mostrarse como alternativa para gobernar en su despiadada campaña electoral.

Esta receta desestabilizadora no es nueva, la aplicaron entre 1982-1985 durante el gobierno de la UDP, o en la Chile de Allende, estrangulando la economía popular, elevando los precios de la canasta familiar, escondiendo los alimentos a la población, generando rumores sobre la economía del país. No olvidemos que basados en este discurso impusieron el plan neoliberal en 1985, llamándolo Nueva Política Económica, aplicando nefastas medidas como el despido de miles de trabajadores de sus fuentes laborales, la reducción del salario, privatización de las empresas del Estado para adueñarse de las mismas, destruyendo el aparato productivo del país y llevando a condiciones de miseria a la mayoría de la población.

Hoy después de 40 años repiten la receta contrabandeando combustibles, incrementando los precios de los productos agroindustriales como el arroz, aceite, carne, etc. que ellos controlan, y proponen descaradamente volver a privatizar nuestros recursos naturales, las empresas públicas, en última instancia regalar nuestra patria a las transnacionales.

Esos mismos empresarios que han ganado más que nunca, durante los últimos 20 años, hoy quieren gobernar únicamente para su beneficio siguiendo el modelo de EE.UU. Gobierno de millonarios para hacerse más millonarios y dejar al pueblo en la miseria, quitando las subvenciones, los bonos, etc. que favorecen a las grandes mayorías. Sus propuestas buscan reducir impuestos a los ricos, a las remesas al exterior, favoreciéndose como lo hacen Elon Munsk, Javier Milei, etc.

Ante esta difícil situación, el presidente Luis Arce anunció diez medidas para hacer frente a esa ofensiva político-económica, siendo las principales: la reducción del parque automotor del sector público, el aumento de distribución de carburantes en estaciones de servicio y otras especiales para el transporte público, priorización de abastecimiento al sector agropecuario. Garantía de dotación de combustible para servicios básicos, de salud y emergencias, y reforzamiento del control fronterizo e interno con efectivos militares, que, si bien no es aún la solución estructural, enfrentará y superará la situación actual creada por la derecha.

Se advierte la pasividad de las organizaciones sociales y sindicales en defensa del proceso democrático y es preocupante la carencia de una efectiva conducción sociopolítica, muy similar a la coyuntura golpista de noviembre de 2019.

Ante esta situación, proponemos:

1. Hagamos sentir la UNIDAD de los trabajadores, indígena originarios campesinos, sectores populares, movimientos sociales e intelectuales de izquierda.
2. Es indispensable cerrar el paso a esta desestabilización que están instrumentando los neoliberales, que busca culminar en un golpe de Estado blando acaudillado por la derecha, comités cívicos, medios de comunicación y por algunos ex compañeros que otrora estuvieron con el proceso de cambio, con serios rasgos fascistoides de odio y racismo extremos.
3. El gobierno debe asumir medidas políticas, que hagan que los ricos (agroindustriales, frigoríficos, banqueros) paguen la crisis, obligando la entrega de divisas por exportaciones al Estado y la reducción y control de los precios de los productos agroindustriales que afectan a la canasta de familiar.
4. Aprobación inmediata de créditos en la Asamblea Legislativa, caso contrario, recuperar los curules del MAS para el pueblo y en última instancia la toma y cierre de la Asamblea Legislativa que boicotea en contra del pueblo boliviano.

ORGANIZACIONES Y COLECTIVOS DE LA IZQUIERDA BOLIVIANA.

LA PAZ, MARZO DE 2025