Un Accidente Cerebro Vascular (ACV) es un evento que ocurre en el sistema nervioso central por un problema de tipo vascular/arterial que puede ser hem
Un Accidente Cerebro Vascular (ACV) es un evento que ocurre en el sistema nervioso central por un problema de tipo vascular/arterial que puede ser hemorrágico (ruptura de una arteria) o isquémico (oclusión de una arteria del cerebro).
Factores de riesgo
El colesterol elevado, la hipertensión arterial, la diabetes, el abuso de alcohol o tabaco, obesidad y la falta de actividad física pueden ser algunos de los factores de riesgo para sufrir un ACV. Sin embargo, el riesgo de padecer un accidente cerebro vascular puede ser hereditario, ya que se ha detectado una predisposición genética en algunas personas.
Según el Dr. Giovanni Inchauste, cardiólogo especialista en estudios no invasivos del corazón de la ciudad de La Paz, el 90% de pacientes que ve en consulta tienen el riesgo de sufrir una ACV. Ya que la hipertensión arterial sistémica es el principal motivo de consulta en cardiología, así mismo, es el principal factor de riesgo para eventos cerebro vasculares. Aunque estos eventos pueden ocurrir a cualquier edad, el riesgo aumenta en personas mayores de 65 años.
“Los accidentes cerebro vasculares pueden ocurrir por la formación de un trombo en la misma luz arterial. Sin embargo, muchos son causados por trombos que se forman en el corazón en relación a episodios de arritmia cardiaca como es el caso de la Fibrilación Auricular que puede ocurrir de forma paroxística, intermitente o permanente y cuya prevalencia en personas de más de 70 años es alrededor del 10%”, señaló el galeno.
Consecuencias
“Un ACV causa secuelas motoras que pueden ser temporales o permanentes, de acuerdo con el tiempo que el cerebro carece de flujo sanguíneo y la región qué fue afectada. Las complicaciones pueden ser parálisis o déficit motor, dificultad en el habla, problemas con la memoria y dolor; causando invalidez y dependencia física de otra persona, a esto debemos añadir el costo emocional y económico para la familia y el entorno social”, destacó Inchauste.
Tratamiento
Para disminuir la probabilidad de padecer un ACV primero se debe determinar el riesgo de sufrirlo y controlar los factores como la Fibrilación Auricular. En la actualidad, existen escalas que permiten evaluar el peligro de sufrir estos eventos. Esas escalas utilizan datos clínicos como la edad, presión arterial, colesterol, entre otros. Además, se está desarrollando herramientas tecnológicas para predecir el riesgo de presentar fibrilación auricular a través de técnicas de ultrasonido disponibles en nuestro medio o detección precoz con dispositivos e incluso a través de dispositivos como los Smart watch.
La importancia de distinguir sí una persona tiene Fibrilación Auricular (FA) para prevenir un accidente cerebro vascular radica en que la estrategia de prevención es diferente. Cuando se trata de una persona que no tiene fibrilación auricular la terapia de prevención suele incluir dosis bajas de aspirina, pero cuando se tiene FA hay que considerar la posibilidad de utilizar un anticoagulante, que le daría mayor protección.
“La persona que tiene un ACV embólico tienen un riesgo muy alto de que eso se repita y se asocia con un severo deterioro funcional de la persona, ahí está la importancia de darles el uso de nuevos anticoagulantes que, además de cumplir con el propósito de protección, brinden seguridad terapéutica en relación a la dosis, evitando efectos adversos, esto se cumple con los nuevos anticoagulantes como Rivaroxabán” señaló el galeno.
En Bolivia, existe el acceso a este tratamiento de la mano de Bayer, con la molécula original de Rivaroxaban, un anticoagulante oral directo inhibidor del factor X activado que se utiliza como terapia que proporciona protección de eventos cerebrovasculares y el respaldo de ensayos científicos realizados con la molécula original.
Para prevenir un ACV lo mejor que puede hacer una persona es hacer un control regular de prevención, chequeo de la presión arterial, ejercicio físico, dieta equilibrada y control de las enfermedades del corazón, especialmente cuando es mayor de 65 años.
“En el caso de los pacientes que padecieron de un ACV, es recomendable que se la vea en un ciclo de cada 3 a 6 meses y si es estable puede ser anual” enfatizó el especialista.
Finalmente, el Dr. Giovanni Inchauste, recomendó a la población tomar en cuenta los factores que pueden causar una ACV, ya que una vez con secuelas puede cambiar la vida para siempre, en cambio con terapias adecuadas puede mantener su calidad de vida. Así mismo, enfatizó que “el corazón regala tiempo de vida, pero el cerebro regala calidad de vida. Por eso prevenir un ACV es regalarse calidad de vida”.
COMMENTS