Por: Martin Moreira Forma parte de la Red Boliviana de política Económica En un contexto de urgencia energética y necesidad de reconfigurar su m
Por: Martin Moreira
Forma parte de la Red Boliviana de política Económica
En un contexto de urgencia energética y necesidad de reconfigurar su matriz productiva, Bolivia ha comenzado a experimentar una reactivación sostenida de su sector hidrocarburífero gracias a la implementación del Plan de Reactivación del Upstream (PRU). Esta iniciativa, liderada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) desde 2021, no solo busca revertir el declive en la producción de gas natural, sino también garantizar la seguridad energética del país a mediano y largo plazo. Con descubrimientos recientes como el pozo gasífero Mayaya Centro-X1 en La Paz y el hallazgo de petróleo en Sirari West X1 en Santa Cruz, el PRU comienza a consolidarse como una herramienta clave para renovar las reservas, diversificar fuentes de energía y atraer inversión en un mercado regional cada vez más competitivo.
Bolivia atraviesa una etapa crucial en su política energética, marcada por una estrategia de reactivación orientada a enfrentar el agotamiento de sus principales campos gasíferos y a responder a la creciente demanda interna y externa de hidrocarburos. En este escenario, el Plan de Reactivación del Upstream (PRU), impulsado desde 2021 por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), se ha consolidado como el eje central de esta transformación. Con una inversión prevista de más de $us 1.400 millones hasta 2025, el PRU representa una apuesta decidida por reposicionar a Bolivia como actor relevante en el mapa energético regional.
Los avances recientes confirman que la política energética del país comienza a dar frutos concretos. A la ejecución de decenas de proyectos exploratorios en distintos puntos del territorio se suman dos hallazgos clave que renuevan las expectativas sobre la reposición de reservas: el descubrimiento de un importante reservorio de gas natural en el pozo Mayaya Centro-X1, en La Paz, y la confirmación de petróleo en el pozo Sirari West X1, en Santa Cruz. Ambos hitos no solo incrementan el potencial productivo del país, sino que reafirman la importancia de continuar apostando por la exploración y el desarrollo tecnológico.
Estos resultados, junto con la reactivación de campos maduros, reformas normativas en curso y la apertura progresiva al capital extranjero, delinean un nuevo horizonte para el sector hidrocarburífero boliviano. El PRU no solo busca revertir el descenso productivo registrado en los últimos años, sino también sentar las bases de una soberanía energética renovada, que combine sostenibilidad, diversificación y seguridad en el abastecimiento. Con una planificación estratégica de largo plazo, Bolivia da señales de una transición energética ordenada y proactiva.
La reactivación energética con avances clave del Plan de Upstream
Desde su implementación en 2021, el Plan de Reactivación del Upstream (PRU), ejecutado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ha comenzado a mostrar avances significativos con el objetivo de revitalizar la producción de hidrocarburos y asegurar la reposición de reservas. Con una inversión proyectada superior a los $us 1.400 millones hasta 2025, el PRU representa una de las apuestas más ambiciosas del país en materia energética en la última década.
Exploración a gran escala
El PRU contempla un portafolio de 56 proyectos exploratorios distribuidos en siete de los nueve departamentos del país. De estos, 11 pozos se encuentran actualmente en ejecución, 24 han sido concluidos y otros 9 están en proceso de contratación o en fases preliminares. Estas acciones forman parte de una estrategia nacional que busca no solo aumentar la producción, sino también garantizar la sostenibilidad energética a mediano y largo plazo.
Inversión récord para el sector
Durante 2024, Bolivia destinó $us 629 millones al sector hidrocarburífero, de los cuales el 63% fue orientado a actividades de exploración y producción. YPFB aportó con el 45% de esa inversión, equivalente a $us 319 millones, consolidándose como el principal actor del sector. El Ministerio de Hacienda ha destacado que esta inversión sostenida refleja una prioridad estatal para revertir el declive en la producción de gas natural observado en los últimos años.
Descubrimiento clave en Mayaya Centro-X1
Uno de los hitos más importantes del plan fue el hallazgo de una reserva de gas natural estimada en 1.7 trillones de pies cúbicos (TCF) en el pozo Mayaya Centro-X1, ubicado en el norte del departamento de La Paz. Anunciado en julio de 2024, se trata del descubrimiento más significativo desde 2005. Según estimaciones oficiales, este yacimiento podría convertirse en el tercer campo más productivo del país, marcando un punto de inflexión en la estrategia de reposición de reservas.
Descubrimiento de petróleo en Sirari West X1 refuerza la seguridad energética del país
Este Campo petrolero se encuentra en Yapacaní, Santa Cruz — En el marco del Plan de Reactivación del Upstream (PRU), Bolivia celebra un nuevo hallazgo hidrocarburífero con la exitosa prueba de producción del pozo exploratorio Sirari West X1 (SIR-WX1), que confirmó la presencia de petróleo en el reservorio Sara de la formación El Carmen.
La reciente prueba de producción arrojó resultados positivos, registrando un caudal de 300 barriles diarios de petróleo pesado, que será procesado en las refinerías nacionales para su conversión en diésel y gasolina. Este descubrimiento representa un paso firme hacia la autosuficiencia energética del país.
“El resultado de la prueba de producción fue positivo. Se probó un nuevo nivel para el campo Sirari. El pozo descubridor de líquidos ahora aporta nuevos volúmenes que contribuyen al abastecimiento interno y al cumplimiento de compromisos asumidos”, destacó un vocero de la estatal YPFB.
Ubicado en el municipio de Yapacaní, provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz, el pozo SIR-WX1 se perforó a una profundidad de 3.800 metros con el equipo YPFB – 01 de 1500 HP. Las operaciones comenzaron el 12 de diciembre de 2024 y demandaron una inversión aproximada de 13 millones de dólares.
El área explorada, situada al oeste del campo Sirari, forma parte de una región que ha demostrado un notable potencial hidrocarburífero en los últimos años. “Es una tierra bendecida, hemos tenido descubrimientos en Yarará, en Yope y ahora en Sirari”, señalaron autoridades del sector energético.
Este nuevo hallazgo reafirma la importancia estratégica del departamento de Santa Cruz en el desarrollo energético nacional y fortalece los esfuerzos del Gobierno para revitalizar el sector de exploración y producción de hidrocarburos en Bolivia.
Reactivación de campos maduros y reformas legales
Complementando la exploración de nuevos campos, YPFB ha identificado al menos 40 campos maduros, de los cuales trabaja en la reactivación de 29. Esta línea de acción apunta a incrementar las reservas nacionales en al menos 5 TCF hasta finales de 2024.
En paralelo, el gobierno ha propuesto modificaciones a la Ley 767 con el fin de reducir la carga burocrática, agilizar la ejecución de proyectos y generar un entorno más atractivo para la inversión privada. Estas reformas buscan optimizar la gestión pública a través de YPFB y modernizar el marco normativo del sector.
Apertura a capital extranjero
El plan también contempla la apertura a la cooperación internacional. Se han firmado acuerdos con empresas como Fluxus para realizar estudios y evaluaciones del potencial hidrocarburífero en siete áreas del país. Estos convenios son parte de una estrategia para atraer capitales extranjeros, diversificar la inversión y fortalecer la capacidad técnica del sector.
Retos y perspectivas
El PRU se desarrolla en un contexto desafiante. Entre 2016 y 2023, la producción de gas natural en Bolivia cayó de 56.6 a 31.9 millones de metros cúbicos diarios. En ese marco, el éxito del plan no solo es crucial para la economía, sino también para la seguridad energética del país.
Además de garantizar el abastecimiento interno, el gobierno apunta a recuperar el liderazgo de Bolivia como exportador de gas en la región. La generación de empleo, el fortalecimiento del aparato estatal y la dinamización de la economía nacional son parte de los beneficios esperados.
Con estos avances, Bolivia da señales claras de una estrategia energética renovada, integral y orientada al largo plazo. El PRU no solo busca revertir el declive productivo, sino posicionar al país en un nuevo ciclo de crecimiento y soberanía energética.
COMMENTS