El futuro del crédito en Bolivia: la digitalización de las instituciones es imperativa

El futuro del crédito en Bolivia: la digitalización de las instituciones es imperativa

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América Latina vive la digitalización a un ritmo sin precedentes. La tecnología se ha integrado de forma natural en nuestra vida cotidiana, y la adopción de los smartphones, junto con la expansión de internet de alta velocidad, ha revolucionado no solo la manera en que nos comunicamos, sino también cómo interactuamos con las instituciones financieras y realizamos transacciones en general. Bolivia no es la excepción a esta tendencia: según el informe Data Reportal al inicio de 2024 había 13.66 millones de conexiones móviles activas en el país, una cifra que equivale al 109.5% de la población. Esto sugiere que muchas personas cuentan con más de un dispositivo móvil conectado a la red.

A pesar de estos niveles de conectividad y del hecho de que según datos del reporte de We are social, el 73.3% de los bolivianos son usuarios de Internet,  el acceso a productos financieros continúa siendo limitado, especialmente para las mujeres y habitantes de las zonas rurales. Un estudio de Credicorp muestra que solo el 32% de las mujeres y el 35% de los hombres en Bolivia han accedido a un crédito.

Apenas un 11% de las mujeres bolivianas y un 16% de los hombres logran una inclusión financiera adecuada, es decir, tienen acceso a una gama de productos financieros y los utilizan eficientemente. Este porcentaje coloca a Bolivia en la última posición en comparación con otros países de la región, como Panamá (37%) y Chile (36%), lo que evidencia la necesidad urgente de una transformación en la oferta y acceso a productos financieros.

Esta brecha también se refleja en el uso de tarjetas de débito, crédito y billeteras móviles. Mientras el 32% de los hombres cuenta con una tarjeta de débito, solo el 26% de las mujeres la posee; en el caso de las billeteras móviles, el acceso es del 20% para hombres frente al 15% para mujeres. Estas diferencias no solo muestran una falta de acceso a servicios financieros, sino una brecha estructural que limita las oportunidades de participación económica, especialmente para las mujeres.

La digitalización es una oportunidad única para cerrar esta brecha de inclusión financiera en Bolivia. Con el acceso generalizado a teléfonos móviles e internet, la tecnología puede derribar barreras que limitan el acceso al crédito para miles de bolivianos. Las instituciones financieras pueden utilizar estas plataformas digitales para ofrecer productos crediticios de manera inclusiva, rápida y eficiente, adaptados a quienes no tienen un historial crediticio formal o viven en áreas con poca infraestructura bancaria.

Estas plataformas digitales avanzadas pueden evaluar el riesgo crediticio de usuarios que no califican para crédito tradicional mediante el uso de datos alternativos, como pagos de servicios o actividad en billeteras móviles. Además, pueden simplificar los procesos, reduciendo el tiempo y la complejidad de los trámites, lo cual es crucial en un país donde el promedio de transacciones es bajo: las mujeres realizan solo 1.7 operaciones mensuales frente a las 2.8 de los hombres.

En este panorama, instituciones innovadoras están allanando el camino hacia un sistema financiero más accesible y digitalizado. Empresas de tecnología financiera han desarrollado soluciones adaptadas a las necesidades de las instituciones financieras bolivianas, permitiéndoles mejorar sus servicios y llegar a más personas. Estas plataformas no solo reducen las barreras de acceso, sino que también permiten que los usuarios finales interactúen con productos financieros desde la comodidad de sus dispositivos móviles, eliminando la necesidad de acudir a oficinas físicas y superando limitaciones geográficas y burocráticas.

Iliana de Silva, CEO de Techreo, lo explica así: «Nuestro objetivo es que cualquier persona, independientemente de su ubicación, pueda acceder a productos de crédito de forma simple y sin complicaciones. Para nosotros, la digitalización es la clave para hacer que el sistema financiero sea verdaderamente inclusivo.»

Un ejemplo de esta innovación es la colaboración de Techreo con IDEPRO en Bolivia con el lanzamiento de Waliki Veloz, que permite a los usuarios obtener acceso a crédito sin tener que enfrentar largos tiempos de espera ni trámites presenciales. Este tipo de soluciones están contribuyendo a que el sistema financiero boliviano se adapte a la realidad tecnológica del país y a un entorno más inclusivo.

Para Bolivia, el crédito digital no solo representa una oportunidad para cerrar la brecha de inclusión financiera, sino también para fomentar el desarrollo económico. La digitalización de los servicios financieros es imperativa para las instituciones que buscan ser relevantes en un futuro impulsado por la tecnología y la conectividad. A medida que la confianza en el sistema financiero formal crece, especialmente entre las mujeres —que aumentaron su confianza en un 6% el último año de acuerdo a Credicorp— es esencial que las instituciones aprovechen este cambio para ofrecer productos que respondan a un público más amplio y diverso.

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