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Al cumplir con la mayoría de los puntos del acuerdo económico, se anticipa que estas medidas contribuyan al fortalecimiento de la economía y mejoren las condiciones para el desarrollo y crecimiento del aparato productivo en Bolivia. Este conjunto de acciones refleja un esfuerzo colaborativo entre el Gobierno y el sector empresarial para estimular el desarrollo económico y fomentar la inversión en el país. La apertura del diálogo con el empresariado privado ha impulsado el movimiento del aparato productivo, permitiendo una participación más activa de los privados en el crecimiento, lo que fortalece el mercado interno, crucial para el desarrollo nacional. Además, se espera que la potenciación de las exportaciones genere un aporte significativo al desarrollo económico, la creación de empleo y un mayor dinamismo financiero, con el beneficio adicional de la generación de divisas.
El Gobierno nacional boliviano ha cumplido con la mayoría de los puntos acordados en el acuerdo económico, productivo y empresarial establecido con el empresariado boliviano en febrero. De los diez puntos acordados, ocho han sido cumplidos.
Dos puntos están pendientes: uno relacionado con la ley de modernización del transporte de carga y otro sobre subastas de diésel con Grandes Compradores. Entre los logros alcanzados se encuentra la liberación de exportaciones con agilización de trámites, la emisión de bonos del Banco Central de Bolivia en dólares, la inversión en tecnología agropecuaria de precisión a través del programa Agro, la devolución inmediata de Cedeims, incentivos tributarios para la compra de vehículos flex y eléctricos, la modificación del reglamento de tasas de interés por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero, y la promoción de la inversión privada en plantas de biodiesel, así como la agilización en la importación de diésel para empresas privadas destinado a consumo propio.
El Gobierno de Bolivia ha implementado una serie de medidas económicas destinadas a fomentar el crecimiento y la inversión en el país, en línea con los acuerdos establecidos con el sector empresarial. Estas medidas abarcan una variedad de áreas clave, desde la liberación de las exportaciones hasta la promoción de la inversión en tecnología agrícola. En este artículo, exploraremos cada uno de los puntos del acuerdo económico y analizaremos su impacto en la economía boliviana.
El primer punto del acuerdo se centra en la liberación total de las exportaciones, priorizando el abastecimiento interno. Esta medida busca eliminar las restricciones que anteriormente existían para ciertos productos, permitiendo a las empresas bolivianas expandir su presencia en los mercados internacionales. Para facilitar este proceso, el Gobierno ha agilizado los trámites aduaneros y ha entregado Certificados de Abastecimiento Interno a Precio Justo (CIPJ’s) a las industrias oleaginosas del país.
En segundo lugar, se ha establecido la devolución “inmediata” del Certificado de Devolución Impositiva (Cedeim) previa entrega de dólares. Esta medida tiene como objetivo agilizar el proceso de devolución de impuestos a los exportadores, lo que les permite traer divisas extranjeras de vuelta al país de manera más eficiente.
El tercer acuerdo se refiere a la emisión de bonos del Banco Central de Bolivia (BCB) en dólares, con el fin de financiar proyectos de desarrollo económico. Estos bonos se ofrecerán en colaboración con el sector privado nacional y la banca privada, lo que permitirá una mayor participación del sector privado en la financiación de proyectos clave.
En cuarto lugar, se ha autorizado a empresas privadas de transporte, minería y agroindustria a importar diésel directamente para su consumo propio.
La quinta medida busca mejorar la inversión privada mediante el incentivo a la construcción de plantas de biodiesel, lo que también contribuirá a la sustitución de importaciones de este carburante. Esto no solo promueve la diversificación de la matriz energética del país, sino que también crea oportunidades de inversión en el sector privado.
La sexta medida se enfoca en el fomento de inversiones para mejorar el rendimiento del sector agrícola, particularmente en cultivos como el maíz y la soya. El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) financiará proyectos que utilicen tecnología agropecuaria de precisión, lo que permitirá una mayor eficiencia y productividad en el campo.
En octavo lugar, se establecerán incentivos tributarios para la compra de vehículos flex (que usan biocombustibles) y eléctricos, con el fin de promover la adopción de tecnologías más sostenibles en el transporte.
Finalmente, se definirá una banda en el cobro de comisiones para las transferencias y giros en el exterior, con el objetivo de garantizar una tarifa justa y transparente para estas transacciones.
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