Por: Martin Moreira La importancia de los procesos económicos y la estabilidad dependen en gran medida de cómo se gestionan los aspectos económicos,
Por: Martin Moreira
La importancia de los procesos económicos y la estabilidad dependen en gran medida de cómo se gestionan los aspectos económicos, los cuales deberían estar separados de las posiciones políticas. Sin embargo, es crucial distinguir entre las políticas económicas destinadas a promover el bienestar del pueblo y aquellas estrategias políticas partidistas que buscan tergiversar la verdad o manipular la realidad para sus propios intereses. Cuando vemos a asambleístas inmolar su credibilidad mintiendo acerca del Sistema Financiero y pretendiendo destruir la imagen de un Banco con resultados de gestión que lo ponen como líder de este sistema, comprendemos que es un acto terrorismo económico que pone en riesgo la estabilidad económica y, por ende, la vida de la población.
A continuación, se exponen algunos puntos acerca de las estrategias engañosas empleadas por ciertos individuos que, lamentablemente, afirman representar o hablar en nombre del pueblo y de los intereses regionales. Sin embargo, en realidad, estos individuos solo buscan resguardar sus propios intereses políticos o económicos, o bien, procuran generar incertidumbre con el fin de favorecer a ciertos grupos que buscan obtener el poder a toda costa, alejándose así de la auténtica realidad de la población.
Cuando hablamos del modelo económico actual se tiene que comprender que nos encontramos en una etapa de construcción de una nueva forma de buscar el bienestar y eso se pretende construir con la generación de divisas, la pregunta es ¿Cómo las generamos?, y la respuesta es dando un valor agregado a las mismas y adicionando la manufactura en los procesos industriales y por consecuencia generando valor agregado y sostenibilidad en los procesos productivos.
En estos tiempos, la relevancia de los Sistemas Financieros es fundamental para impulsar el crecimiento económico. Resulta sumamente peligroso que algunos representantes nacionales, lamentablemente carentes de comprensión sobre los procesos financieros del país, intenten generar alarma y socavar procesos financieros que han requerido años para convertirse en los pilares de la actual estabilidad económica.
El Sistema Financiero exhibe indicadores que demuestran su solidez y solvencia. En noviembre de 2023, el índice de morosidad se situó en un 2.9%, siendo el tercero más bajo en la región. El Coeficiente de Adecuación Patrimonial (CAP), principal medidor de la solvencia de las entidades financieras, alcanzó un 13.6%, superando ampliamente el mínimo legal establecido en un 10%. Además, el índice de liquidez del sistema de intermediación financiera llega al 66%, por encima del 40% requerido como mínimo prudencial a nivel internacional.
Resulta desafortunado que ciertos legisladores, en su búsqueda de inestabilidad, emitan acusaciones irresponsables como las que hicieron hacia el Banco Unión, desconociendo los logros alcanzados por esta entidad. El Banco Unión S.A. se ha erigido como líder entre las entidades financieras del país. Goza de una liquidez que sobrepasa los estándares, un patrimonio de $us 432.8 millones, una cartera de créditos de $us 4,454 millones, activos por $us 7,245.8 millones, ganancias que superan los $us 37.6 millones y una cobertura de servicios financieros más amplia en la nación. Asimismo, ostenta la mejor calificación de riesgo.
Por lo tanto, las infundadas declaraciones de un diputado acerca de la situación del Banco Unión S.A. carecen de fundamento alguno, salvo tergiversaciones del artículo 10 del Proyecto de Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, lo cual refleja un nuevo intento de sabotaje a la normativa.
La pregunta surge de manera natural: ¿por qué deberíamos confiar en un individuo que se aprovecha de su supuesta representación del pueblo para difamar, o por qué algunos analistas buscan sembrar el miedo entre la población?
La respuesta es simple: en Bolivia, un país que ha logrado resultados tan notables a nivel mundial en la transformación de su modelo económico, estos individuos solo tienen como recurso la mentira y el perjuicio a la vida del pueblo. Esto se traduce en un atentado directo contra la economía y los sistemas financieros, que están compuestos por bancos con clasificaciones de triple A+ y que son emblemas de procesos de inclusión financiera. Estos bancos se constituyen como catalizadores del crecimiento para los emprendedores, fomentan la creación de nuevas empresas en beneficio común, generan divisas, empleos y, sobre todo, estabilidad dentro de un modelo que se enfoca en proteger el poder adquisitivo de las personas, mantener a raya la inflación y ser coherente con la constante reducción del desempleo.
¿Acaso los intereses políticos prevalecen sobre los de doce millones de habitantes que anhelan simplemente que la economía del país siga siendo estable y continúe beneficiando a los bolivianos y bolivianas con medidas y políticas económicas tangibles que se reflejen en su día a día?
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