El Director General Ejecutivo de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra Segales, informó que, al cierre de abril de
El Director General Ejecutivo de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra Segales, informó que, al cierre de abril de la presente gestión, a pesar de las adversidades globales y locales, el sistema financiero nacional mantiene indicadores favorables que denotan su solidez y fortaleza.
La Autoridad remarcó que, en medio de un panorama económico complejo caracterizado por incrementos en las tasas de interés a nivel mundial, perturbaciones de precios ocasionados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, secuelas del Covid-19 en la economía boliviana, conflictos político sociales en el Perú ocasionando el cierre de fronteras con el país, afectación de los fenómenos climatológicos en la producción y los conflictos sociales promovidos por sectores radicales del país, el sistema financiero boliviano ha demostrado su solidez y resiliencia al mantener indicadores razonables y favorables.
Yujra destacó la estabilidad del sistema financiero, no obstante los desafíos a los que se ha enfrentado, como el paro político vivido en Santa Cruz de la Sierra a finales de la gestión 2022, que socavó la fuente generadora de ingresos para el pago de créditos de muchas de las familias más necesitadas, la inusual demanda de dólares suscitada por especulaciones alentadas por algunos pseudo-analistas, y la desconfianza generada en los clientes financieros del extinto Banco Fassil S.A. debido a una mala administración de sus directivos y ejecutivos.
El Director de ASFI informó que después de haber aplicado exitosamente los procesos de reprogramación y refinanciamiento que culminaron en la gestión 2022, era de esperarse incrementos en los niveles de morosidad, pues algunos prestatarios no lograron retomar sus actividades plenamente debido a factores como los señalados precedentemente, deteriorándose su calificación y estado. Aun en este contexto, debe destacarse que el índice de mora de 2,8% del sistema financiero continúa siendo bajo, pues es mucho menor al nivel observado en la región, que es 3,4%. Con esos datos la Autoridad indicó que, al cierre del primer cuatrimestre, la mora se sitúa en niveles controlados y manejables, demostrando la capacidad de los bancos para gestionar de manera efectiva el riesgo crediticio y mantener la salud del sistema.
Por otra parte, el Director subrayó que la cartera de créditos ha mantenido un crecimiento anual de 8,4% en abril de 2023 (sin considerar al Ex Banco Fassil S.A.), en línea con las necesidades de financiamiento de la economía boliviana. A pesar de las dificultades mencionadas anteriormente, los bancos han sido capaces de acompañar el crecimiento del crédito, brindando oportunidades de financiamiento a personas y empresas, respaldando los esfuerzos que vienen realizando los bolivianos para reactivar los distintos sectores y apoyar al desarrollo económico del país.
En cuanto a los depósitos, Yujra señaló que ascienden a Bs193.462 millones, de los cuales el 51,8% se concentran en la modalidad a plazo fijo (DPF), siguiéndoles los depósitos en caja de ahorros con 30,1% y los depósitos a la vista con 16,2%. Resaltó que, en el caso de los depósitos a plazo fijo, cerca del 94% se pactan a más de un año, mostrando la confianza de la población en el sistema financiero, así como la capacidad de ahorro de los bolivianos.
En este sentido, dado que los DPF tienen un plazo promedio de 916 días (cercano a los 3 años), este tipo de depósitos constituyen una fuente de financiamiento estable, favoreciendo la otorgación de créditos a mayor plazo, en beneficio de la estabilidad y desarrollo del sistema financiero boliviano, así como de la economía en su conjunto.
La Autoridad destacó también el nivel de liquidez del sistema financiero que, a pesar de las solicitudes de retiro de los depositantes, especialmente de los ex clientes del Banco Fassil S.A. y los desafíos anteriormente mencionados, se mantiene en niveles adecuados para honrar compromisos y responder a las necesidades de los clientes. De esta manera, los activos líquidos del sistema financiero, al 30 de abril de 2023, son equivalentes a más del 60% de los depósitos de corto plazo, mostrando que las entidades financieras cuentan con una buena posición para enfrentar sus obligaciones de corto plazo y mantener la dinámica de colocación de créditos.
Finalmente, la Autoridad resaltó que estos resultados favorables no hubieran sido posibles sin la confianza de la población boliviana en el sistema financiero y el trabajo responsable del gobierno nacional en la administración de la política económica, así como de las labores de supervisión que permanentemente realiza ASFI; por lo tanto, exhortó a no dejarse llevar por opiniones infundadas de pseudo-analistas que buscan minar su buena reputación.
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