El XXVII Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) que se realizó en la ciudad de Sucre concluyó
El XXVII Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) que se realizó en la ciudad de Sucre concluyó con la participación de 2.200 asistentes, de los cuales 1.500 presenciaron de forma virtual y 700 de manera presencial.
Este Congreso Internacional se realiza una vez al año y se ha consolidado como el encuentro de mayor importancia en Iberoamérica para presentar y debatir experiencias e investigaciones realizadas sobre las reformas del Estado y la administración pública. El próximo año este evento se realizará en Cuba.
El Viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Zenón Mamani, fue el encargado de clausurar el XXVII Congreso del CLAD, quien destacó el encuentro para presentar y debatir experiencias e investigaciones realizadas sobre las reformas del Estado y la administración pública en Iberoamérica.
El Congreso contó con la participación de 96 paneles que se han desarrollado de manera simultánea desde el miércoles 23 hasta el 25 de noviembre donde han participado servidores públicos de distintas instituciones, de manera virtual, más de 507 panelistas que ha estado en distintas salas habilitadas.
“Esperamos que todas estas horas de capacitación, de intercambio, de compartimiento de conocimiento haya sido de mucha utilidad para los participantes y se conviertan en voceros que lleven todo este conocimiento a sus países para compartirlo con sus colegas”, declaró el Viceministro en el acto de clausura.
La autoridad gubernamental agradeció el trabajo realizado por los equipos organizadores tanto del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas como anfitriones, el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo y agradeció la participación de los auspiciadores que apoyaron para la realización de tan importante encuentro internacional.
El Secretario General del CLAD, Francisco Velásquez, destacó la organización del evento a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia y aprovechó para entregar una plaqueta de distinción al Viceministro, Zenón Mamani, por el evento organizado.
El Congreso Internacional finalizó con el Consenso de Sucre con 11 conclusiones que resumen las principales actividades analizadas en el evento que se realizó del 22 al 25 de noviembre.
Consenso de Sucre
Los asistentes al Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) que ha tenido lugar durante los días 22, 23, 24 y 25 de noviembre, desean poner de manifiesto algunas conclusiones emanadas de sus intervenciones en presentaciones especiales, ponencias y conferencias plenarias, con el fin de contribuir una vez más al fortalecimiento de las instituciones públicas y la mejora de la prestación de los servicios a los ciudadanos y ciudadanas iberoamericanos.
Con esta finalidad, aprueban las siguientes conclusiones:
Primera
La pandemia, que parece remitir en la actualidad, ha puesto de manifiesto que el funcionamiento eficaz del Estado y las administraciones públicas y en particular los servicios de salud, sanitarios, de emergencia y seguridad, son esenciales para el mantenimiento de la vida y la dignidad de las personas. El Estado debe ser fortalecido en sus capacidades de intervención. Un Estado fuerte no significa más grande sino más estratégico e innovador, más técnico, más ágil, más sostenible, más eficaz y centrado en las necesidades de la ciudadanía. Por ello, reivindicamos la necesidad de que los servicios públicos, sobre todo los esenciales, dispongan de los recursos humanos y materiales necesarios para que puedan cumplir su misión con eficacia y agilidad. En definitiva, necesitamos instituciones sólidas al servicio de la ciudadanía.
Segunda
Los meses pasados en pandemia han mostrado también que pueden continuar prestándose servicios gracias al uso eficaz de medios antes infrautilizados e, incluso, que pueden generarse nuevas prestaciones gracias a innovaciones en procesos y servicios generadas por los servidores públicos.
Tercera
El funcionamiento de las administraciones públicas durante estos años de pandemia ha sido irregular, la respuesta tecnológica a través del teletrabajo no ha permitido atender totalmente las necesidades ciudadanas, sobre todo las de los más desprotegidos. Por ello, llamamos la atención a los Estados para que, manteniendo el desarrollo de los procedimientos digitalizados y el uso de tecnologías avanzadas, continúen desarrollándose actividades presenciales que atiendan eficazmente a aquellos sectores de la población con más dificultades para acceder a las nuevas tecnologías. En consecuencia, reclamamos el mantenimiento de la actividad presencial en las administraciones, pues esta continúa siendo una necesidad de primer orden para numerosas capas de la población que no han podido superar la brecha digital, sin perjuicio de mantener el desarrollo de una innovación tecnológica al servicio de la ciudadanía.
Cuarta
Los Estados deben continuar invirtiendo en procedimientos digitalizados con la doble finalidad de, por una parte, hacer más rápidos y eficientes los servicios y, por la otra eliminar las posibilidades de adjudicaciones fraudulentas o tratos de favor de cualquier tipo. En consecuencia, pedimos que las Administraciones sigan innovando tecnológicamente para evitar fraudes y corrupción, además de reforzar la prestación eficiente de servicios.
Quinta
Consideramos que la inteligencia artificial, que ya está en funcionamiento en las administraciones públicas en determinadas actividades repetitivas y simples, debe continuar desarrollándose y, en consecuencia, los Estados deben seguir invirtiendo en investigación e innovación tecnológica, pero estimamos que deben extremarse los sistemas de regulación, de forma tal que los algoritmos que sustentan decisiones que afectan a la ciudadanía no generen nuevas desigualdades, sino que contribuyan al bienestar público. Por ello, reclamamos un desarrollo tecnológico al servicio de la ciudadanía, controlado éticamente y siempre sometido a decisiones evaluadas pre y post de forma que nunca generen daño a la gente y a sus derechos.
Sexta
En función de los aprendizajes históricos, de la experiencia internacional y de los consensos académicos, sabemos que un servicio civil profesional y meritocrático respeta mejor los derechos humanos, es más eficiente y eficaz y es menos corrupto. Por ello, reivindicamos, una vez más, que las administraciones públicas iberoamericanas estén servidas por servidores públicos profesionales, responsables, íntegros, con las competencias necesarias, con garantía de imparcialidad en su desempeño y seleccionados por mérito y capacidad, de forma tal que garanticen la continuidad y calidad de las políticas públicas esenciales, con independencia de los cambios gubernamentales. En este sentido, la dirección pública profesional constituye una garantía del derecho a la buena administración.
Séptima
Los gobiernos y las administraciones públicas no han sido capaces, en demasiadas ocasiones, de evitar graves episodios de corrupción en los momentos más álgidos de la pandemia. Todo ello se suma a la persistencia de la corrupción habitual, vinculada muy a menudo al cobro de sobornos. Consideramos que estos hechos son intolerables y por ello llamamos a continuar de forma incansable la lucha contra la corrupción, que en definitiva sólo sirve para enriquecer a unos pocos en detrimento de todos los ciudadanos, aumentando la pobreza y la desigualdad, impidiendo alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Octava
A pesar de todas las dificultades, de los enormes retos que las pandemias, el deterioro climático, la violencia y la guerra, la desigualdad y la pobreza generan, creemos que aún no es demasiado tarde para reaccionar. Para ello, debemos aprender a crear resiliencia, evaluar con mayor rigor y criterio la acción pública, usar los datos con sentido predictivo y estrategia, procurar la mayor participación ciudadana en la coproducción y gestión de servicios y, finalmente, conectar gobierno y universidades, organizaciones de la sociedad civil, empresas privadas y comunidades locales, en un proyecto colectivo de innovación y resiliencia. De las situaciones negativas que hemos vivido debemos sacar la conclusión de que, con el esfuerzo de todos, podemos superar las dificultades, por muy duras que estas sean. Pero, para ello, reivindicamos un Estado inteligente y justo, que no deje a nadie atrás y genere respuestas adecuadas a los tiempos disruptivos que vivimos.
Novena
Este Congreso queremos que sea el Congreso que reivindique la diversidad, la inclusión y el diálogo entre las diversas culturas. Un Congreso que reivindique una Administración abierta a la igualdad de género y racial, a la inclusión de las personas con discapacidad, y volcada en salvar a la humanidad del colapso medioambiental que irremisiblemente crearemos si no actuamos de forma rápida y efectiva. Solo desde la incorporación de todas las personas a este proyecto colectivo de humanidad podremos salir adelante, solo desde el respeto a nuestro planeta podremos dejar a nuestros jóvenes y niños un mundo habitable. Queremos que este Congreso sea el de la construcción de un nuevo consenso, el consenso de Sucre, por una Administración más verde e inclusiva, más abierta a la diversidad y más equitativa.
Decima
Nos congratulamos de la excelente organización del Congreso por parte de las autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia que en coordinación con la secretaria general del CLAD han logrado la celebración del Congreso de Sucre con alta participación tanto presencial como virtual.
Undécima
Hacemos un llamamiento a todos los académicos, expertos, científicos y funcionarios para que hagan suyas estas conclusiones del Congreso y durante el año 2023 participen en XVIII Congreso que tendrá lugar en noviembre en Cuba.
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