Inversión en el crecimiento, desafío para el 2022

Inversión en el crecimiento, desafío para el 2022

Martin Moreira / Director del semanario Encuentro Economico

Cerrar las puertas del 2021 con un dinámico crecimiento no logrará compensar la caída observada en la actividad económica en 2020 ni tampoco revertir

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Cerrar las puertas del 2021 con un dinámico crecimiento no logrará compensar la caída observada en la actividad económica en 2020 ni tampoco revertir los aumentos en la pobreza y desigualdad. También cabe esperar una lenta recuperación de los niveles de empleo, aspecto que no permitirá recuperar la fuerte pérdida en los niveles de ocupación ocurrida el año pasado. En este ámbito, las mujeres son las más afectadas con un retroceso de 10 años en su participación laboral.

A su vez, la persistencia de la pandemia, las asimetrías en la disponibilidad de las vacunas y las incertidumbres sobre su efectividad, esto unido a ritmos de recuperación económica asincrónicos y divergentes, ponen un manto de incertidumbre sobre la velocidad y sostenibilidad de la recuperación económica.

Es importante extender los paquetes de medidas fiscales para el 2022 ante la fragilidad del proceso de recuperación económica y para continuar mitigando los efectos sociales, productivos y económicos negativos de la pandemia. Generar el financiamiento para mantener el gasto púbico y la inversión frente a la pandemia fortalecerá la sostenibilidad de una política fiscal expansiva, esto se convertirá en un desafío que requiere repensar la orientación de las políticas de gasto e ingresos públicos.

Durante 2020 –año que marcó en la piel de los bolivianos una mala administración y corrupción por parte de quienes dominaban el Estado – se generó brechas estructurales en materia de desigualdad, espacio fiscal limitado, baja productividad, informalidad y fragmentación de los sistemas de protección social y de salud. Para hacer frente a la situación, el actual gobierno debe tener la mirada puesta en los efectos sociales y económicos de la pandemia, esto a través de la inversión y la generación de un mercado interno creciente que genere oferta y demanda y con la reinyección de circulante que irá a favor de la reactivación del aparato productivo.

Para lograr este objetivo, para 2022 se tiene previsto un Presupuesto General del Estado con una línea clara, que va desde la inversión en salud y educación, como prioridad, hasta generar condiciones económicas para la industria y las empresas privadas. Además, este cálculo genera las condiciones óptimas para seguir adelante con un trabajo serio en el plano del comercio exterior, desde los convenios con países para generar mercado para la producción boliviana hasta reafirmar la inversión en infraestructura para que esta cadena de suministro sea más fluida y efectiva.

En este tiempo, vincular la emergencia con la reactivación es esencial para potenciar el papel del gasto público en una trayectoria de desarrollo inclusivo y sostenible del país. Ello pasa por ligar la atención de demandas de corto plazo con inversiones sostenibles e intensivas en empleo, en especial para mujeres, asimismo, promover la transformación productiva y el fortalecimiento y universalización de los sistemas de protección social.

De acuerdo con los reportes especializados, por el lado de los ingresos fiscales se requerirá aplicar cambios a la estructura tributaria para aumentar la carga impositiva, la progresividad y tener un mayor impacto para mejorar la distribución del ingreso. Esto es esencial para mantener trayectorias de gasto público en un contexto de sostenibilidad fiscal.

Con una decisiva política fiscal que no está basada en las recetas de los organismos internacionales, el Estado boliviano busca abordar una reactivación económica inclusiva que sea para todos y no para ciertos sectores en base a la explotación de los que no son poseedores de los medios de producción. El análisis de los efectos distributivos de las políticas de ingresos, gastos e inversión resalta la importancia de incorporar el enfoque de “inclusivo” en todo el ciclo presupuestario y asegurar que las reasignaciones o recortes presupuestarios no afecten al financiamiento de las políticas, tanto para el sector público como privado, generando sinergias adecuadas en pro del crecimiento conjunto.

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