1.500 millones en el superávit posibilitan estabilidad y mejores condiciones económicas

1.500 millones en el superávit posibilitan estabilidad y mejores condiciones económicas

Las exportaciones tuvieron el repunte del 65%, esto se debe a la elevación de los precios, por ejemplo, del gas natural, que es uno de los productos q

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Las exportaciones tuvieron el repunte del 65%, esto se debe a la elevación de los precios, por ejemplo, del gas natural, que es uno de los productos que tienen mercados y contratos anuales estables y sujetos a precios internacionales. Le siguen otros sectores como el alimenticio, forestal y cárnico, entre otros, que tuvieron un crecimiento entre el 15% y el 20%. Eso provocó un buen salto en el crecimiento de las exportaciones hasta septiembre de este año.

En el caso de las importaciones hubo un incremento interesante de 35%, comparado con el mismo periodo del 2020. Esto es producto de la importación de combustible, insumos y equipos destinados a la producción, entre otros, lo que generó el crecimiento y es una parte vital de la reactivación.

Las exportaciones han crecido más que las importaciones, lo que produce un superávit de casi 1.500 millones de dólares a septiembre de este año. “Esto representa para la economía un aliciente importante, no solo en la reactivación económica, sino también en el tipo de cambio y los precios de mercado, a pesar de los problemas que se tuvo entre agosto y septiembre”, señaló Antonio Rocha, presidente de la Cámara Nacional de Agentes de Aduana.

El sector alimentario tuvo un incremento entre el 12% y 15%, pese a las condiciones logísticas y climatológicas. El calentamiento global ha perjudicado bastante, principalmente en la Hidrovía Paraguay Paraná, donde la navegabilidad solo ha permitido embarcar hasta marzo, luego los niveles del agua descendieron al punto de que en mayo se paralizó el abordaje hasta fines de octubre, cuando el movimiento era nulo. Se estima que hasta enero se podrá operar de manera satisfactoria con toda la carga que se envía por esta salida soberana al Atlántico.

También se atravesó por sequias que afectaron al sector agropecuario, a estas se sumó las quemas descontroladas que provocaron la perdida de bosques en la Chiquitanía, que son los que generan la humedad necesaria para la producción de las lluvias.

Durante las últimas tres semanas de agosto se paralizó la entrada de importaciones y exportaciones por el puerto de Arica, debido a los problemas entre la Administradora de Puertos de Bolivia (ASPB) y la Empresa Portuaria de Arica (EPA). Esta situación provocó un retraso, tanto en la salida como en la entrada de las mercancías.

Pese a este abanico de problemas, el incremento sostenido de los precios de los “commodities” levantó al sector agropecuario. Así el volumen de productos se vio afectado, pero, en términos de valor, hubo incremento.

“Vamos de camino a una recuperación, los precios están ayudando. Hay que sentarnos a reactivar la economía y rediversificarla, saliendo de la monoproducción y dejando la excesiva dependencia de las materias primas básicas y el único camino es generar valor agregado. Para lograrlo, necesitamos inversión de parte del sector privado y público, tener mejor logística y, sobre todo, trabajar con diálogo y unidad” (Antonio Rocha, presidente de la Cámara Nacional de Agentes de Aduana).

Proyecciones

El próximo año se ralentizará el crecimiento, esto se debe a que el 2021 termina con un rebote después de la caída que tuvieron el comercio y la producción en el 2020, dfebido a las cuarentenas rígidas por causa de la pandemia.

Se ve con agrado, por parte de los empresarios, la buena gestión que ha cumplido el Gobierno al crear condiciones para el comercio exterior y en el tema de la vacunación, que no evita los contagios, pero ayuda a no saturar los centros médicos y a no provocar un confinamiento, que eso sería funesto para la economía del país.

“Vamos a poder seguir trabajando en esta cuarta ola, pero siempre con los controles de bioseguridad necesarios y esto permitirá recuperar a las empresas el ritmo para poder continuar adelante”, argumentó Rocha.

Las proyecciones de crecimiento por parte del Gobierno y de las instituciones internacionales señalan que en 2022 se tendrá un crecimiento similar al de 2019.

Al hablar de exportación, se crecerá en niveles menores a los que se tiene en este 2021, se espera que sea entre el 15% a 20%.

La economía se ralentizará con relación a este año, que está en un crecimiento del 6%. El 2022 se espera del 4,5% al 5% de crecimiento.

Las exportaciones no tradicionales repuntaron este 2021

Se observa un repunte sostenido de los precios de exportación de varios productos de la oferta exportable no tradicional boliviana, entre ellos el complejo de la soya, el banano y la carne.

A pesar de las medidas proteccionistas que algunos países han ido aplicando, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó hace algunos días que los precios mundiales de algunos alimentos subieron en febrero a su máximo nivel desde julio de 2014, entre estos productos se encuentran los aceites vegetales.

En este rubro nuestro país concentra el mayor volumen de sus exportaciones no tradicionales. Sin embargo, algunos productos como la castaña y la quinua siguen exportados desde Bolivia a precios más bajos que antes de la pandemia. Otros productos, como la urea, no eran exportados debido a la decisión del gobierno de Áñez, de suspender la producción de las empresas públicas.

La reconducción económica basada en la reactivación de la producción nacional, la sustitución de las importaciones, el restablecimiento de la dinámica de la inversión pública y la redistribución del ingreso son elementos clave para dinamizar el comercio exterior de nuestro país.

Por otra parte, existen señales positivas de recuperación del mercado internacional para nuestras exportaciones no tradicionales, razón por la cual, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, se trabaja en la apertura de mercados para los productos no tradicionales.

Los productos derivados de la soya son los que explican en mayor medida este incremento, con un crecimiento en volumen del 24% y un crecimiento en valor del 81%.

Otros productos no tradicionales que han incrementado las exportaciones son los de joyería en oro (23,4%), a los mercados de Italia, España y Turquía; carne bovina (36%), a los mercados de China, Ecuador, Hong Kong (nuevo mercado); Bananas (56%), a los mercados de Argentina, Chile y Uruguay.

Por último, el ajonjolí tuvo un incremento significativo del 738,6% al llegar a los mercados de México, Estados Unidos, China y Países Bajos.

Asimismo, existen productos de la oferta exportable boliviana que aún no recuperan los precios que tenían en enero de 2020, entre ellos están la quinua que –pese a registrar un incremento en volumen del 12,6%, en valor– tiene una disminución del 7,9 8%.

  • De castaña se ha exportado el 19,94% más, pero se ha registrado un decremento en valor del 7,98%.
  • Las prendas de vestir, que en volumen de exportación se incrementaron en el 25,25%, en valor disminuyeron el 1,41%.
  • El azúcar fue exportado casi en el mismo volumen, pero presentó una disminución considerable en el valor, con 12,09%.

Encuentro Económico

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